Gerardo Crespo lo tiene claro: los mandatarios del PP recibieron el soplo de que la Policía le seguía la pista y, desde entonces, los que eran sus amigos dejaron de responderle al teléfono. El imputado en la operación Zeta, que defiende que realizó todos los cursos para los que recibió ayudas, se siente traicionado y evita hablar de los supuestos pagos que hizo al PP. Eso sí, asegura que dará cuenta de ello a la jueza.

-¿Cómo lleva las informaciones que están saliendo en los últimos días?

-Con la conciencia muy tranquila y sufriendo por mi familia, por mis allegados, por mis amigos y, sobre todo, por el colectivo de personal que ha trabajado en mi empresa durante los últimos 25 años. Más de 150 personas al mes, de las cuales 60 o 70 eran fijas. Estábamos pagando unos gastos totales de 230.000 euros al mes. De personal unos 180.000. Por tanto, no estábamos jugando a nada. Estábamos trabajando en serio. También quiero defender al colectivo de profesionales, funcionarios de la Xunta, inspectores de formación, que deben estar alucinando cuando oyen que llevamos veinte años montando cursos fantasmas.

-¿Por qué la Consellería de Traballo no defiende la ejecución de los cursos?

-Es grave que no lo rebata porque está dejando quedar mal no solo a la consellería actual, sino a anteriores conselleiros como Ricardo Varela, Manolita López Besteiro, Belén Prado, María José Cimadevila, que en paz descanse...; a directores generales como Odilo Martiñá, que lo que le han hecho es una gran judiada; a inspectores de formación, que reconocen que es imposible que los cursos fuesen falsos. Hacen unos controles tan exhaustivos que es imposible que en Galicia nadie haya hecho un curso falso de parados. Se podrá hacer mejor o peor, pero falso, no hacerlo y cobrarlo, es imposible. Los políticos son los que están manteniendo esta falacia; y la Policía, porque ha querido llegar a esa conclusión.

-La Xunta ha anunciado que se va a personar en el caso.

-Que se persone, me parece muy bien. En diciembre de 2011 unas empleadas de Eliseo Calviño [presidente de la Confederación de Autónomos y Profesionales de España, imputado en la causa] pusieron una denuncia. A raíz de eso, a Eliseo le pinchan y, a raíz de ese pinchazo, nos van pinchando a muchos más. Eso lo sabe la Xunta en enero y ¿qué es lo que hace? Nos anula unos programas integrales de empleo sin darnos opción a defendernos, para desmarcarse de nosotros, para podernos mandar al fiscal y que cuando salte algo ellos ya tengan las espaldas cubiertas. Les importa un pepino el prestigio de la Xunta y el nuestro, con tal de salvar su pellejo.

-¿La Xunta conocía que estaba siendo investigado cuando la operación aún era secreta?

-Fue conocedora en enero y tengo pruebas para demostrarlo.

-¿El sumario refleja las buenas relaciones que tenía con Carlos Negreira, Beatriz Mato, con una serie de políticos, que, de repente, dejaron de cogerle el móvil?

-Me llevaba muy bien con ellos, les hice muchos favores, se llevaban muy bien conmigo, colaboré con ellos, trabajé para ellos. Fui el primero en salir en una foto con Carlos Negreira cuando no era nadie, cuando llegó aquí y dimitió Corcoba. Te puedo decir muchas cosas, pero son unos indeseables.

-¿Carlos Negreira le ha decepcionado?

-Yo creo que no tengo que decir nada sobre Negreira porque A Coruña ya lo está viendo. A Coruña está comprobando lo que es Negreira como alcalde, que no tiene nada que ver con el que no lo era.

-¿En el sumario consta que se relacionaba con él y que, cuando comenzaron las escuchas, lo dejó tirado?

-Sí, tirado y sin avisar, evidentemente.

-Las conversaciones reflejan que usted confiaba en él.

-Y él confiaba en mí. Yo he colaborado mucho con él y no me arrepiento, pero cuando tú colaboras, das todo lo que puedes a una persona, te esperas lo mismo de esa persona. Por lo menos te esperas lealtad, y no hay lealtad en esos políticos porque tienen algo que ocultar, claro.

-¿Ha dado dinero al PP?

-No contesto a esa pregunta. Hay una serie de preguntas que las aclararé meridianamente y transparentemente ante la juez. Pero que quede claro, que todo el mundo sepa, que la juez lo va a saber todo.

-¿Por qué tenía tan buena relación con los políticos?

-Siempre he sido una persona que me he presentado a mis clientes. La Xunta era un cliente. Cuando había un nuevo conselleiro de Traballo, me presentaba, le explicaba mis proyectos... Visitaba a los directores generales mucho porque hacía una labor protocolaria y llegaba a hacerme amigo de ellos porque asistía a actos de unos y de otros. Es una norma de protocolo de muchas empresas, no una rareza.

-¿Le comunicaron que le suspendieron de militancia del PP?

-Nadie me ha dicho nada. Yo soy afiliado a Alianza Popular desde los 18 años, cuando éramos cuatro gatos. Carlos Negreira no sé si se dedicaba a ser marxista, socialista, pero desde luego, no anduvo por el partido nunca. Nunca estuvo afiliado hasta dos meses antes de llegar a A Coruña. Pero Alberto Núñez Feijóo tampoco, debió de afiliarse cuando estaba en Madrid.

-¿Algunos políticos le han mostrado su apoyo?

-Del partido socialista, varios. Paco Vázquez, por ejemplo. Del PSOE y del BNG me han apoyado. Del PP, si me encuentran en la calle, en un sitio discreto, hay alguno que también me da ánimos. Desde que estaba pinchado el teléfono dejaron de cogerme el móvil.