Un apartamento en Bueu de un cuarto y a 300 metros de la playa por 30 euros la noche; un estudio en A Coruña con una habitación y con vistas al mar por 40 euros la noche; o una casa con dos habitaciones, patio y jardín en Ferrol por 210 euros a la semana. Aunque la temporada estival para el turismo ya ha terminado, el veranillo en pleno otoño propicia que los portales de alojamiento sigan publicando este mes ofertas de viviendas de particulares para alquilar a turistas. La Xunta estima que en la página web más conocida de alojamientos no reglados y para estancias cortas en casas particulares se publicaron más de un millar de anuncios hasta el pasado septiembre.
Hasta ahora existía un vacío legal para regular los alquileres a turistas que vienen a pasar sus vacaciones a Galicia de casas propias o de alquiler, viviendas de familiares o amigos, autocaravanas o barcos. Pero con el cambio del Gobierno gallego en la Lei de Turismo y durante la tramitación de los presupuestos de 2015 se incorporará un nuevo artículo en el que se definirán este tipo de inmuebles particulares. La Axencia de Turismo estima que entre 2015 y 2016, los dos primeros años de vigencia del nuevo reglamento, se registrarán y regularizarán 3.000 establecimientos que operan al margen de la ley .
La reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos del Gobierno sacó estos apartamentos de la ley estatal en la que se regían como apartamentos ordinarios y ahora formarán parte de la normativa autonómica que los califica como pisos turísticos y les obliga a cumplir varios requisitos como presentar una declaración responsable de los gestores y estar inscritos en el registro autonómico de actividades turísticas. La Administración gallega calcula ingresar 168.000 euros en los próximos años, que resulta de aplicar los 56,26 euros que cuesta la tasa para identificar y regularizar las viviendas turísticas.
La Xunta alerta de un aumento de los alojamientos no reglados que suponen "una competencia desleal" para el resto del sector porque no requieren de las exigencias que la administración impone a los apartamentos profesionales.
El Ejecutivo autonómico alerta de que la oferta ilegal representa la mitad del total, por lo que unos 3,8 millones de visitantes se hospedarían en establecimientos que no cumplen los requisitos legales ni pagan los tributos necesarios.
Los pisos que pretende legalizar la Xunta para competir en igualdad de condiciones en el mercado son inmuebles que se ofertan mediante anuncios o canales de internet para su ocupación en verano con contrato que puede ser de días o semanas, pero que rara vez supera el mes.
De hecho, el arrendamiento por estancias inferiores a 30 días seguidos es el elemento diferenciador que ha establecido la Axencia de Turismo para diferenciar un apartamento turístico del resto de viviendas que se ofrecen en alquiler.
Al margen de las cuestiones legales, el turismo gallego vive uno de sus mejores veranos. En septiembre Galicia recibió a 115.789 turistas internacionales, un 36,4% más que en el mismo mes del año pasado, según los últimos datos de Frontur. En lo que va de año el incremento respecto a 2013 es del 21% hasta los 813.112 viajeros extranjeros.
