El exresponsable de Sermasa en Santiago, Alberto Quintana, se remitió ayer a las declaraciones realizadas en el marco de la instrucción de la operación Pokemon, de manera que no contestó a las nuevas preguntas formuladas sobre la petición de despido de la mujer de un sindicalista del Ayuntamiento compostelano tras la denuncia presentada por el matrimonio.

Alberto Quintana fue llamado a declarar al Juzgado de instrucción número 3 de Santiago y se remitió a lo ya dicho en su declaración ante la jueza Pilar de Lara en Lugo, instructora de la Pokemon -por la que permanece imputado-, cuando afirmó que el entonces concejal de Deportes de Santiago, Adrián Varela, le pidió el despido de la mujer del sindicalista, que trabajaba en la empresa que presta servicios al Ayuntamiento.