Valle Cézar, conquense de origen, pero adoptada este curso por la Universidade de Vigo y asentada, cuando sus tareas en el mar la dejan, en Salvaterra, compatibiliza estudios y trabajo. Su regreso a las aulas del campus -se licenció por primera vez en Universidad de Castilla-La Mancha en 2009- es casi un bis de aquello en lo que se licenció, Ingeniería Técnica en Telecomunicación y, en cierta medida, resultado de que Europa estableciera nuevas reglas del juego universitario. "Vuelvo a estudiar para adaptar mis estudios al Plan Bolonia", explica. Con todo, confiesa que, pese a que le convalidaron algunas asignaturas por su "experiencia laboral", está "un poco a rastras" con otras porque "siempre" está en el barco y "compatibiliza muy mal" trabajo y estudios.

Valle se matriculó en agosto del año pasado cuando ya llevaba navegando dos años. Vio "oportuno" que trabajando con contratos por obra y servicio y dadas las "bajas frecuentes en la empresa", de entre uno y dos meses, podría "aprovechar" los períodos en los que no está en el barco para estudiar, aunque de las dos asignaturas del primer cuatrimestre, y pese a "todas las facilidades" que afirma que le dieron desde la universidad, le ha quedado una "pendiente".

No ha sido el espíritu aventurero el que llevó a Valle al "Ramón Margalef", sino su trabajo como técnica electrónica acústica, especialista en sonido e imagen. El buque, "uno de los laboratorios flotantes más avanzados de España" según el Instituto Español de Oceanografía, fue botado precisamente en Vigo y en él pueden desarrollar su labor una decena de científicos, acompañados de una docena de tripulantes. Valle se ocupa de que "todo el equipamiento científico y de navegación funcione", desde ecosondas a radares, pasando por los equipos de comunicaciones, con lo que a veces debe "gestionar alguna incidencia y solucionarla en la medida de lo posible".

No obstante, antes del mar, Valle trabajó con los pies en la tierra, aunque un título de ingeniera no le garantizó demasiada estabilidad. "Me sorprendió tanta movilidad, pero dada la situación actual, si sales recién licenciado de la carrera muchas empresas te dan una oportunidad y se aprovechan, pero tú también coges experiencia", explica. De hecho, admite que trabajó como ingeniera con contratos de administrativo e incluso hizo entrevistas para grandes superficies.

Pese a todo, lo suyo, asegura, es "vocacional". "Lo que pasa es que te estancas a la hora de tener otras salidas y por eso me he matriculado en la universidad; para ver si puedo renovarme un poquito y ver hacia dónde puedo tirar, porque tengo 30 años y no voy a estar aquí toda la vida", declara. En esa línea, no descarta irse al extranjero, una opción que considera "interesante". Por eso se está "adaptando a lo que están pidiendo fuera". Porque no son buenos tiempos para estar parado.