"Vamos a ganar", defiende, rotundo, Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco, ante la perspectiva con la que el grupo venezolano, dueño del Etcheverría, se enfrenta a la disputada puja por Novagalicia. Fue el último candidato en aparecer. Y uno de los que más fuerte suenan ahora en las quinielas. Habrá, como adelantó FARO, una oferta en firme por la entidad. "Con la debida prudencia, tiene que ser un buen negocio -sostiene- y la oferta estará construida sobre la base de que lo sea".

Un mensaje que apunta a la posibilidad, como el resto de grupos financieros que concurren y el fondo estadounidense Guggenheim, de acompañar el precio de una propuesta de Esquema de Protección de Activos (EPA) para morosidad futura, sobre todo en la cartera de fallidos y de negocios en los que obligatoriamente el banco nacionalizado tiene que desinvertir para cumplir con Bruselas. Escotet omite cualquier confirmación sobre éste y otros detalles en un proceso en el que cualquier pista supone una clara desventaja sobre el resto.

Tras la adquisición el pasado abril de las 66 oficinas de NCG en Asturias, León, Madrid y Canarias, el primer banco privado de Venezuela avanzó su disposición a seguir aprovechando oportunidades así, de venta de red, al calor de la reestructuración financiera española. Pero en ningún momento se posicionó para un bocado que es tan grande como su propio tamaño. "El proceso no estaba del todo claro y ahora se levantaron muchas velas -justificaba ayer en un encuentro con periodistas españoles en Caracas-. Tenemos un alto potencial competitivo y el país gallego es absolutamente complementario con lo que somos en el Etcheverría". La adquisición le permitiría adelantar en cuatro años los objetivos previstos con el desarrollo del banco con sede en Betanzos.

¿Y si los ganadores son otros? "La apuesta no cambia", responde. La "intención" con Galicia es "de largo plazo". De hecho, Banesco se da por ganador tanto si resulta adjudicatario como si no, dada su capacidad para "profundizar en el negocio" con "el cierre importantísimo de oficinas" que provocará la que, según se desprende de sus palabras, parece la única alternativa posible. La venta a uno de los tres grandes bancos españoles. ¿Escotet deja de la lado la opción de Guggenheim? "No lo sé", asegura. "Los fondos tienen absoluta legitimidad y hacen muy bien su trabajo", sostiene el máximo responsable de Banesco y su principal accionista, con el 80% del capital, que, además, deja claro que en ningún momento se ha hablado con inversores extranjeros para formular una oferta conjunta. "El día después de haber ganado -continúa- seremos los más creativos que ha visto España".

Al mantenimiento del empleo, que teóricamente no entra en el baremo del FROB para la subasta, Escotet suma el presupuesto de al menos cinco años que garantiza a la fundación Novacaixagalicia como un "aliado social", a imagen y semejanza de lo que Banesco impulsa en Venezuela con su responsabilidad corporativa.