Los cuatro portavoces parlamentarios gallegos declararon ayer en el juicio por videoconferencia desde el Parlamento. Fueron citados por la defensa como testigos. Y ninguno de ellos quiso atribuir autorías a los ataques con explosivos contra sedes de los partidos, que supuestamente realizó Resistencia Galega.

El portavoz del PP, Pedro Puy, indicó que su partido fue objetivo de cinco atentados y aseguró que existe preocupación social. Pero eludió señalar como autores de estos ataques a un grupo concreto, porque eso, dijo, deben hacerlo las Fuerzas de Seguridad. Tampoco atribuyó autoría alguna el portavoz del PSOE, Abel Losada, a los cinco ataques contra sedes de su partido. Dijo, no obstante, que los artefactos explosivos "atemorizan" y, a preguntas de la defensa, respondió que desconoce que se hubieran registrado atentados contras las instituciones gallegas.

El líder de AGE, Xosé Manuel Beiras, argumentó que el nacionalismo gallego no tiene carácter terrorista desde los años ochenta y, ante su propósito de hacer una declaración al margen de las preguntas, el juez le ordenó guardar silencio. "¡Usted cállese! ¿Puede callarse?", le soltó el magistrado.

Francisco Jorquera, del BNG, defendió el carácter "democrático y pacífico" del nacionalismo gallego. Al igual que los demás diputados, dijo desconocer la existencia de atentados contra las instituciones autonómicas.

También declaró por videoconferencia el delegado del Gobierno, Samuel Juárez.