El PP gallego cierra filas con las políticas de recortes de Mariano Rajoy. Ante la junta directiva de los populares en la comunidad, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, salió en defensa de la gestión del líder nacional: "En año y medio ha garantizado la viabilidad de los servicios públicos, así como de las pensiones, prestaciones y el inicio de la competitividad de la economía; todo ello, en plena crisis". Este discurso lleno de elogios a la agenda de reformas del Gobierno de Rajoy llega la misma semana en que el expresidente José María Aznar lanzó un órdago a su sucesor al cuestionar su proyecto político, asegurar que el PP no tiene ahora un "proyecto claro" ni una "acción definida" y defender una bajada inmediata de impuestos a las clases medias.

Feijóo se puso del lado de Rajoy: "España ha evitado un rescate, no es un tema menor", expuso. "Hemos sido capaces de que España se salve a sí misma", concluyó el líder del PP gallego. Pero Feijóo, tras reconocer que "no será fácil acabar con la crisis", advirtió de la necesidad de nuevos "sacrificios" porque los realizados hasta ahora no han sido "suficientes". Y puso sobre la mesa una nueva fecha para el inicio de la recuperación: la campaña electoral de las generales 2015. Hasta entonces, no quedará otra que seguir "con la senda de reformas". Es normal que la gente se pregunte si ha sido suficiente todo el esfuerzo que hemos hecho hasta ahora; y la respuesta es que no", admitió Feijóo. "Tenemos que seguir haciendo políticas de reforma", aseguró al tiempo que defendió el control del déficit y "finalizar con la irresponsabilidad de dar ayudas a todos con independencia de la renta". "Nadie espera milagros, pero todos tenemos esperanza de iniciar una senda de recuperación económica que hoy es más factible que nunca", añadió.

En cuanto a las prioridades que deben marcarse, tras la creación de empleo y el control del déficit, situó la bajada de impuestos. "Habrá un momento en el que echemos la vista atrás y nos demos cuenta de que ha merecido la pena estos años de disgustos y sacrificios", dijo.

En clave gallega, Feijóo recordó que Galicia había sido la única región europea en que un Gobierno revalidó su mayoría absoluta en plena crisis y resaltó que se había logrado porque los ciudadanos deseaban "estabilidad" y un partido, un gobierno y una política "previsibles". Para el desarrollo de las políticas de la Xunta, dijo querer contar con los partidos de la oposición, pero les recriminó que "nunca" están dispuestos a apoyarle y "siempre" a montar "espectáculos". Advirtió además de que la oposición tiene "mucho" contra él, pero se preguntó si tiene "algo" en favor de Galicia y le recordó que aún le quedan tres años y medio para decidirlo, mientras que el PP seguirá tendiendo puentes y ofreciendo pactos como los relativos a la reforma electoral o la renovación de varios órganos pendientes.