A las comunidades autónomas les toca hacer encaje de bolillos con sus cuentas para ir ajustándolas a los objetivos de déficit presupuestario que marca el Gobierno central. En 2012 el techo fue el 1,5 por ciento y para este año se había previsto inicialmente el 0,7 por ciento, pero tras la confirmación desde Bruselas de que el Estado contará con plazos más relajados para cumplir sus límites de desfase presupuestario, Hacienda prevé incrementarlo en el caso de las regiones hasta el 1,2 por ciento.

Las autonomías cerraron el primer trimestre del año con un déficit del 0,12, incluida Galicia. Sin embargo, los expertos advierten que no se está teniendo en cuenta el elevado número de facturas que las comunidades guardan en los cajones y que podría terminar por desequilibrar las cuentas. "Si se usa este mecanismo para facturas en tránsito, no es un problema, pero si se abusa y se usa para aparcar facturas, se estarán distorsionando las cifras del déficit. Y, en los años anteriores a 2012, parece que se ha hecho algo de esto en muchas comunidades", avisa el economista Ángel de la Fuente, autor del estudio "Las finanzas autonómicas en boom y en crisis (2003-12)", publicado por la Fundación BBVA.

También la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) advierte que estas facturas extrapresupuestarias obligarán a revisar al alza el déficit de las comunidades.