Un día después de que el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, reconociese y justificase como "gastos legales y correctos" la compra de bebidas alcohólicas y comida con fondos públicos del grupo municipal socialista para celebrar la salida de prisión del exregidor, Francisco Rodríguez, tras su imputación en la operación Pokémon, la dirección del PSdeG le exige que frene el escándalo y que dé explicaciones convincentes a los ciudadanos.

La dirección del PSOE gallego ha reaccionado ante la noticia, desvelada por FARO DE VIGO, de que con cargo a las ayudas públicas del Grupo municipal del PSOE ourensano se compró ron, ginebra, whisky, y otro tipo de bebidas, junto con pollo, conejo, arroz, y otros productos para comidas y cenas de ediles fieles al exregidor. Al PSdeG no le convencen las primeras explicaciones que ofreció el actual regidor y pide más para que los socialistas de Ourense puedan "reconciliarse" con sus electores porque actuaciones así "los ciudadanos no las entienden". También intenta frenar la polémica que ha suscitado saber que en plena crisis económica ediles socialistas destinan fondos públicos a fiestas privadas por "muy legal y correcto que pueda resultar".

La dirección provincial se reúne hoy para abordar el caso y en privado dirigentes socialistas se han mostrado dispuestos a acudir a la cita para exigir "dimisiones" en el seno del Grupo municipal de Ourense, totalmente fracturado desde hace tiempo entre los fieles al exalcalde, incluido el actual regidor, y los partidarios de Pachi Vázquez. El Gobierno municipal de Ourense "está roto desde hace tiempo", admiten fuentes socialistas, la pregunta es cuándo se oficializará la ruptura definitiva, lo que supondría perder la Alcaldía.

El propio secretario xeral del PSdeG ha intervenido en la polémica, aunque ayer evitó pronunciarse en público. Se limitó a preguntas de los periodistas a asegurar que las "cuestiones internas" se deben "arreglar dentro del partido". Según pudo saber este diario, Pachi Vázquez se reunió con el alcalde, y a lo largo de esta semana conversó con él en más de una ocasión, y le pidió que resuelva una polémica que agrava la crisis interna que vive el Ayuntamiento de Ourense.

La cita cara a cara del líder de los socialistas gallegos con Agustín Hernández se celebró antes de que FARO destapase las cuentas del grupo socialista en el Concello, pero para entonces la dirección del PSdeG ya sabía que en esa contabilidad había apuntes que podían resultar escandalosos si saltaban a la luz pública. Tras la reunión con el regidor, Pachi Vázquez también se entrevistó con los ediles que se han mantenido fieles a la línea marcada por el partido, en un intento de reconducir la situación y recuperar la estabilidad, algo que a día de hoy se presenta casi como misión imposible.

Los intentos de tender puentes saltaron por los aires desde el mismo momento en que se conocieron las cuentas del grupo municipal, y sobre todo los gastos y el préstamo de algo más de 21.000 euros a un funcionario en un supuesto "acto solidario" y también "altruista", y a los que eran ajenos los ediles próximos a Pachi Vázquez.

La dimensión que alcanzó el escándalo y las posterior justificaciones dadas por el alcalde y portavoz del grupo, que avaló las cuentas, y de la edil de Urbanismo y secretaria del grupo, Áurea Soto, avivaron enfrentamiento.

De ahí que en una reunión de la agrupación local del PSOE, de la que es secretaria la edil no electa, Carmen Rodríguez, a la que colocó el exalcalde, se acordó remitir un escrito a Ferraz, la dirección nacional del PSOE, en el que se señala a la edil de Medio Ambiente y próxima a Pachi Vázquez, Susana Bayo, como responsable de "filtrar las cuentas", y de ser la causante de toda esta situación. De las supuestas irregularidades, ni una línea.

El secretario provincial del PSdeG, Raúl Fernández, en la misma línea de Pachi Vázquez, reconocía ayer que se trata de un asunto que "puede ser preocupante, que deben resolver los órganos del partido internamente, pero no se debe trasladar inquietud fuera". Es partidario de analizar las justificaciones dadas, y no quiso entrar a valorar si los polémicos gastos son "irrelevantes", como acuñó el alcalde, o relevantes, pero advirtió de que estas actuaciones "no las entienden los ciudadanos".