Unos cuarenta trabajadores de Povisa se concentraron ayer ante el Parlamento de Galicia para protestar por la caída de "la calidad asistencial" en sus instalaciones y para reclamar un nuevo convenio colectivo propio.

La portavoz de la CIG en el comité de empresa, María Jesús Neira, denunció el recorte de personal de 1.500 a "poco más de 1.300" empleados. También denuncia la no renovación del convenio colectivo para que la empresa logre uno un 40% más bajo.