Son 56 los ayuntamientos gallegos que cuentan con los llamados 'grumir': Grupos Municipales de Intervención Rápida, que se encargan de apagar incendios, de prevenirlos y de atender emergencias en el área local, sean accidentes, búsquedas o incluso tráfico. Del total de equipos quedarán "unos 26" debido a la reorganización del mapa de asistencia en emergencias que negocia la Federación Galega de Municipios (Fegamp) con la Xunta. Supondrá reducir "en más de la mitad" las unidades grumir que funcionan hasta ahora, en concreto en un 53%, y la eliminación de varias sedes municipales de emergencias, entendidas como tal, se iniciará en febrero, una vez finalizadas las conversaciones con cada concello afectado.

La Fegamp explica que en el nuevo mapa de emergencias de Galicia cambiará la estructura actual, "no hablamos de reducción porque se pretende que los concellos compartan servicios y se ubicarán estratégicamente, de manera que trabajen conjuntamente las brigadas de atención a emergencias, con los parques de bomberos comarcales y de las ciudades y también Protección Civil".

Los ayuntamientos preparan sus argumentos para evitar perder las unidades grumir. Aunque de momento no existe una lista cerrada de los grumires que se suprimirán, aún en plena negociación, ya se ha transmitido la premisa y así lo aseguran varios ayuntamientos afectados, de que los que tengan parque de bomberos (en el centro o cercano) perderán el grumir. En Pontevedra hay diez unidades grumir: Bueu, A Cañiza, A Estrada, O Grove, A Guarda, Lalín, Porriño, Salceda de Caselas, Sanxenxo, Silleda y Tui. Sobrevivirán como grumires, "cinco, seis como mucho", expresan fuentes consultadas. En la zona del Deza, por poner un ejemplo, Silleda y Lalín, que tienen parque de bomberos, podrían perder sus bases grumir; sería A Estrada la que se quedaría con la unidad de intervención rápida, si bien, el objetivo es que "trabajen coordinados". Según el alcalde de Lalín, José Crespo, "de momento no podemos decir nada, lo que buscamos es cómo salir lo mejor parados que podamos los concellos". En Bueu, por ejemplo, aún no se sabe cómo quedará el mapa. De momento, se amplió el contrato un mes más (que expiró en diciembre) a parte del personal que trabaja en la unidad grumir, a la espera de si habrá más fondos para continuar. En O Grove también desconocen el futuro de su grumir porque tienen el parque de Ribadumia a 20 kilómetros, radio que no saben si entra en el tiempo adecuado de respuesta que ahora mide la Administración en la distribución del mapa de emergencias; ¿20 o 40 kilómetros como límite a la sede más cercana?

Entre 15 y 30 minutos

Será "un cambio de modelo" y, en estos momentos, los técnicos realizan mediciones de traslados por carretera, distancias, sedes o focos de riesgo "para no dejar ninguna zona de sombra; que todas las áreas estén cubiertas en caso de emergencia y que los tiempos de respuesta a cada punto estén entre 15 y 30 minutos", explicaron fuentes consultadas de la federación de municipios.

En esta nueva planificación, debido a la caída del presupuesto (los grumires son financiados por la Administración autonómica), a la necesidad de compartir servicios entre concellos y realizar un mapa "más eficaz aprovechando los recursos con lógica", es inevitable que ayuntamientos que hasta ahora tenían su propio grumir se queden sin él y pasen a depender del grumir más próximo.

"Se le dará un carácter más comarcal y menos local, siendo prioritarios unos tiempos razonables de respuesta", argumentan desde la Fegamp, que ya ha presentado sus propias alegaciones a la propuesta inicial presentada por la Xunta. Habrá cambios también en la financiación de las unidades. Si hasta ahora el bruto de la financiación lo ponía la Xunta, el modelo que ahora propone quedaría de la siguiente forma: el 60% lo aportará la Administración autonómica (Presidencia, por las competencias en emergencias, y Medio Rural, por labores de incendios), un 20% las diputaciones y un 20% los concellos.