Agricultores y expertos advirtieron durante el mes de marzo que aunque en primavera Galicia registrase las precipitaciones habituales de la época, estas no serían suficiente para que embalses y acuíferos recuperasen sus niveles de cara al verano, después de un invierno de sequía. Finalmente, abril dejó un 59% más de lluvia de lo habitual y mayo tampoco está siendo precisamente seco. Pero aunque las precipitaciones de las últimas semanas han superado las mejores expectativas, permitiendo a la Yunta rebajar el estado de alerta hidrológica a perlera, lo cierto es que mediada ya la primavera los embalses siguen sin alcanzar sus niveles habituales.

Según el último boletín del Ministerio de Agricultura, a 16 de mayo la cuenca Galicia-Costa se encontraba al 72,2%, una mejora sustancial respecto a su situación a comienzos del mes de abril, al 47,2% de su capacidad. En cuanto a la Confederación Miño-Sil (de titularidad estatal y que abarca las cuencas fluviales del interior de la comunidad) el porcentaje de ocupación alcanza el 68,6%, veinte puntos más que el dato registrado el 5 de abril. A pesar de estos incrementos significativos, ninguna de las dos cuencas ha alcanzado aún su ocupación media de los últimos diez años, que son el 75,4% para Galicia-Costa y 76,8% en el caso de Miño-Sil.

Diez días sin llover

Después de trece de dura sequía, el 10 de abril empezó a llover de forma generalizada y con intensidad. Desde entonces, la red de control de MeteoGalicia únicamente ha registrado diez días en que no ha caída ni una gota de lluvia del cielo, frente a treinta jornadas lluviosas.

Este balance hídrico se ha notado sobre todo en los embalses de abastecimiento para el consumo de la población de Galicia-Costa, que están ya al 94,9% y son los únicos que superan a estas alturas la ocupación media de la década, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Agricultura.