El BNG continúa con su sangría interna. A las bajas particulares de destacados militantes desde la celebración de su asamblea nacional hace ahora dos semanas, se sumó ayer Esquerda Nacionalista (EN), una de las corrientes históricas del Bloque y formación originaria de Xosé Manuel Beiras. La dirección de EN acordó ayer por unanimidad escindirse del BNG, aunque la decisión deberá ser ahora refrendada por la asamblea de militantes. Sin embargo, desde Esquerda Nacionalista se sostiene que "no hay vuelta atrás" y que la ruptura ya está consumada.

"Nos sentimos fuera del proyecto del BNG y de su documento político aprobado en la última asamblea. No hay espacio para nosotros en esa forma de entender la política", aseguró ayer el secretario xeral de EN, Xosé Chorén. "No estamos de acuerdo con esa interpretación de la realidad ni con las posiciones defendidas en las ponencias aprobadas", insiste Chorén.

Las tesis de la UPG se impusieron, aunque por un estrecho margen, en la última asamblea del BNG, pero desde entonces no ha habido un día tranquilo para los nacionalistas gallegos. Carlos Aymerich dimitió como portavoz parlamentario, Teresa Táboas renunció al acta de diputada y una larga lista de destacados militantes, como Lidia Senra o el exsenador Pérez Bouza, o el alcalde de Arbo, Xabier Simón, rompieron también con la formación. Y hoy decidirán si se escinden Encontro Irmandiño –la corriente que ahora lidera Beiras– y, dentro de un mes, si también lo hace Máis Galiza.

"No es una decisión contra nada ni contra nadie; es una decisión política que se fundamentó en la idea de que no hay espacio en el seno del BNG actual para que se pueda desarrollar la praxis política de Esquerda Nacionalista", declaró Xosé Chorén. Las diferencias, añadió, son "de fondo en cuanto al plano político, y tienen que ver con el resultado de la última asamblea del BNG y el documento político aprobado, que entendemos que no representa nuestra posición en cuestiones importantes", subrayó.

El futuro de EN, según su secretario xeral, pasa, en primer lugar, por someter la decisión adoptada ayer a los militantes y también esperar las decisiones que tomen otras corrientes y sectores del Bloque, en referencia a Encontro Irmandiño, Máis Galiza o el PNG.

Preguntado por si es posible una alianza entre todos las corrientes que abandonen el BNG, Chorén respondió que es pronto para sacar conclusiones. Pero no sería una opción que deba descartarse, dado que EN se incorporó en su día a Máis Galicia, aunque no todos sus miembros se integraron en la corriente de Carlos Aymerich.

Lo que sí quiso dejar claro es que Esquerda Nacionalista no realizará ningún discurso contra el Bloque. "Con el BNG compartimos proyectos durante muchos años y las diferencias políticas no tienen que ser prejuicios hacia el BNG, ni mucho menos, en el que tenemos un importante número de amigos y amigas", comentó Chorén.

La dirección de EN acordó además transmitir al conjunto de la sociedad gallega su rechazo al plan de recortes anunciado por la Xunta sobre los empleados públicos así como a la reforma laboral aprobada por el Consejo de Ministros el pasado viernes.