Aunque la Xunta ha manifestado serias dudas sobre la posibilidad de completar el Eje Atlántico ferroviario entre Vigo y Santiago en el año 2013, al descubrir ahora que faltan todavía obras "imprescindibles por ejecutar" por importe de 100 millones de euros y que una de las empresas subcontratadas encargada de la estructura metálica del viaducto del Ulla ha entrado en quiebra, fuentes del anterior Minsterio de Fomento y expertos en ferrocarriles sostienen que desde el punto de vista técnico no hay impedimento alguno para que las obras se puedan terminar en plazo. Aseguran que lo que queda pendiente son actuaciones menores y que sólo la falta de recursos económicos, debido a los recortes que debe acometer el nuevo Gobierno, o una decisión política, en el sentido de priorizar otras obras, podría retrasar su conclusión más allá del otoño de 2013, última fecha comprometida por José Blanco antes de abandonar el cargo que supuso retrasar un año el plazo fijado anteriormente en el Pacto del Obradoiro.

Fuentes próximas al exministro admitieron ayer que, efectivamente, tal como asegura la Xunta, "quedaron algunos elementos por licitar", pero que eso no iba a afectar a los plazos. Las mismas fuentes afirman que su licitación estaba prevista "para ahora, dentro del cronograma establecido, con margen suficiente para poder cumplir con los objetivos temporales marcados".

En todo caso, no pudieron precisar qué actuaciones quedaron sin licitar ni el importe de los concursos, como ayer tampoco lo hizo el actual Ministerio de Fomento, al que se solicitó información sobre las obras pendientes de licitación en el Eje Atlántico, entre Vigo y Padrón, el único tramo que todavía está en obras de todo el corredor, puesto que desde Santiago a A Coruña está plenamente operativo.

Fuentes del anterior Ministerio de Fomento sí destacaron, en cambio, que con José Blanco la inversión media anual en el Eje Atlántico fue de 315 millones de euros, alcanzando el pasado año los 344 millones. Y que para garantizar el objetivo de acabarlo en otoño de 2013, ésa sería la cantidad que debería ejecutar el nuevo ministerio, al frente del cual está la gallega Ana Pastor.

Los ingenieros y expertos en ferrocarril Miguel Pavón y Xosé Carlos Fernández aseguran, por su parte, que a pesar de las obras que faltan por licitar no hay razones técnicas que justifiquen un retraso en la conclusión del Eje Atlántico.

"No hay problema técnico en cumplir los plazos. En el año 2013 se pueden acabar las obras, no tiene por qué haber problemas", sostiene Miguel Pavón. Argumenta que la plataforma es la parte más compleja, pero que una vez adjudicadas las obras, como lo están ya en su totalidad, "el resto no debe representar problema alguno".

Añade que aunque desconoce cuánto queda por licitar, es en todo caso un parte pequeña y que una vez realizada la inversión más importante y acabado prácticamente el doble túnel de Vigo, lo más lógico es que el Ministerio de Fomento termine las obras de la forma más rápida posible para "rentabilizar cuanto antes el gasto realizado".

Sobre los problemas de una empresa subcontratada en el viaducto del Ulla, Miguel Pavón comenta que quiebras de constructoras se producen casi a diario por la crisis y que la responsable es la adjudicataria del tramo, por lo que tendrá que buscar otro suministrador, algo para lo que tampoco ve excesivos problemas.

En parecidos términos se expresa Xosé Carlos Fernández, para quien "técnicamente es posible" concluir las obras a finales de 2013, dado que ya no falta mucho. Las razones de un posible retraso, según este ingeniero, serán "económicas", dado la falta de recursos en toda las administraciones. "Dependerá de las prioridades que establezca el Ministerio de Fomento y de las líneas maestras que fijen los presupuestos del Estado que se presenten en marzo", añade.

Si escasean los fondos, dice Xosé Carlos Fernández, entonces sí que se reducirá el ritmo de las obras y eso conllevará un retraso que podría llevar su conclusión a finales de 2014 o 2015. Pero para sacar conclusiones, insiste, habrá que esperar a los presupuestos de marzo.

En algunos de los tramos en construcción los trabajos avanzan a medio gas, debido a los recortes de Fomento, y eso también puede influir en los plazos.