Los gallegos se rascan cada vez más el bolsillo por infracciones al volante. Un trayecto en coche de apenas 15 minutos de casa al trabajo puede verse obstaculizado por la Guardia Civil o la Policía Local tras haber pisado más de la cuenta el acelerador, saltarse un semáforo en rojo, no llevar puesto el cinturón o hablar por el móvil. A los 42,8 millones recaudados en 2010 por la DGT en Galicia por multas de tráfico, un 55% más que el año anterior, hay que sumar los más de 10,9 millones que fueron a parar a las arcas municipales por infracciones en ciudad. O lo que es lo mismo, los gallegos desembolsaron el año pasado una media de 30.000 euros diarios por sanciones de tráfico en el casco urbano de Vigo, Pontevedra, Ourense, Lugo, A Coruña, Santiago y Ferrol. Una recaudación que se vio incrementada en un 11,7% respecto a los 9,7 millones que ingresaron en 2009 las siete ciudades de la comunidad por multas de tráfico.

Pero además de la sanción, los infractores en ciudad también se enfrentan a la retirada de puntos del carné. Desde que entró en vigor el permiso por puntos en verano de 2006, saltarse la norma de tráfico no solo acarrea multa, sino también pérdida de créditos, lo que en caso de agotarlos todos –doce para los profesionales y ocho para los noveles– los infractores no pueden ponerse al volante durante seis meses, deben asistir a un curso de reeducación vial y hacer un examen tipo test en Tráfico.

Hace un año, eran contados los concellos que notificaban a la DGT la retirada de puntos del carné por las infracciones detectadas en casco urbano: solo uno de cada cinco. Este incumplimiento con Tráfico por parte de la mayoría de los ayuntamientos del país llevó a la Fiscalía de Seguridad Vial a plantearse denunciar a los alcaldes por prevaricación, una condena que iría desde la multa y la suspensión de empleo y sueldo hasta la inhabilitación.

Agilidad de los concellos

La amenaza ha surtido efecto; y en la actualidad, según confirman desde Tráfico, el 90% de los ayuntamientos de Galicia que disponen de agentes de la Policía Local ya notifican a la DGT las sanciones que acarrean retirada de puntos por infracciones en casco urbano.

Los mayores ingresos en 2010 por saltarse la ley de seguridad vial fueron a parar a los dos concellos con más censo de conductores: Vigo y A Coruña. Solo en la ciudad olívica, el ayuntamiento ingresó más de la mitad de los 10,9 millones que reportaron las sanciones de tráfico a las ciudades. En total, los vigueses pagaron 5,64 millones por infracciones al volante en el casco urbano, un 11,3% más que el año anterior (5,06 millones). Le sigue muy de lejos, A Coruña con 1,12 millones, un dato que la convierte en la única ciudad gallega que ingresó en 2010 menos que el ejercicio anterior por multas de tráfico (1,3 millones).

Las policías locales de Lugo, Ourense y Pontevedra fueron las que más intensificaron la vigilancia de los conductores en sus casos urbanos. Tal ha sido el control a lo largo del año pasado que el resultado fue un incremento en un 51% de las sanciones de tráfico en el caso de Lugo, al pasar de los 451.547 euros recaudados en 2009 a los 682.122 de 2010; mientras que en Pontevedra los ingresos por infracciones en carretera aumentaron un 30,5% –pasó de 923,518 en 2009 a 1.205.349 en 2010– y en Ourense, un 32,5% –624.116 euros frente a los 470.934 del año anterior– . En el ayuntamiento de Ferrol, la recaudación ascendió a 474.892 euros, un 10% más que en 2009.

No pagar la ORA o excederse en el tiempo de estacionamiento en zona azul también ha generado grandes ingresos en los concellos que aplican esta ordenanza reguladora del aparcamiento. Salvo los concellos de Lugo y Ourense, el resto de ciudades gallegas que disponen de este sistema de control de estacionamiento –excluyendo Vigo que no ha aportado estos datos– se enfrentaron el año pasado a una caída en la recaudación de la ORA. La que más A Coruña, con 2,1 millones de ingresos por aparcar en zona azul, un 12,2% menos que el año anterior.