Como primer paso para recuperar lo que en la facultad de Medicina estiman como matrícula tradicional, la Universidad de Santiago (USC) aprobó ayer una drástica reducción de las plazas en la facultad a propuesta de la dirección del propio centro, que se ampara en las necesidades reales del mercado laboral. De las 400 actuales a 300 para el próximo curso, un 25%. Una decisión que tiene que recibir ahora el aval del Consello de Universidades y que la Xunta liga a la opinión que tengan también directamente las consellerías de Sanidade y Educación tras una "evaluación con rigor", en función de "las necesidades asistenciales," como apuntó el presidente Alberto Núñez Feijóo hace menos de un mes, precisamente tras conocerse las pretensiones de la facultad y en plena polémica con las Universidades de Vigo y A Coruña por la descentralización de la docencia clínica.

La reducción de plazas en la Facultad de Medicina, uno de los centros más demandados por los jóvenes estudiantes y uno de los que exige mayor nota de corte para entrar, es interpetada en círculos académicos como una medida que podría permitir a la Universidad de Santiago justificar una marcha atrás en el preacuerdo para compartir la formación clínica de los futuros médicos con las Universidades de Vigo y A Coruña. De hecho, hay una comisión en la que están presentes Sanidade y Educación, además de las tres universidades, para cerrar el acuerdo.

Ante la posibilidad de que la decisión de reducir el número de estudiantes pueda desatar la enésima polémica por la descentralización de la docencia, Gestal lo descarta. "No tiene nada que ver. Esto es lo razonable, que el número de alumnos se ajuste a la necesidad real de formación de médicos", asegura.

"Las plazas MIR son las que deben marcar las plazas del centro", defiende el decano de Medicina, "satisfecho" con la resolución del Consello de Goberno de la USC, para ir adaptando el volumen de futuros facultativos a la posibilidad de especializarse y, por lo tanto, ejercer. Juan Gestal recuerda que este mismo año el número de vacantes para residentes disminuyó un 4%. "Hay 700 alumnos licenciados en España que se quedaron fuera", destaca. Concretamente, la oferta de MIR alcanzó los 6.255 frente a una demanda total de casi 7.000. "Y sin especialización –incide– no se puede trabajar".

El objetivo de Medicina, como Gestal avanzó en su reciente nombramiento como decano, es volver a las 250 plazas que el centro sumaba hace seis cursos. En 2006. "Desde entonces no dejaron de crecer, hasta un 55% en todas las facultades, incluso más, un 60%, en la de Santiago", asegura. Pero desde entonces la situación ha cambiado. "Ya no son necesarios tantos médicos", insiste. "Si no ponemos freno –advierte– y empezamos a disminuir el volumen de plazas llegará un momento en el que ocurra como en los años 80 y 90, con una saturación que luego se tardó 15 años en solucionar". Juan Gestal reitera que sin una reducción los nuevos aspirantes a facultativos se enfrentarán a "un futuro de paro" dentro de seis años, cuando salgan del centro.

¿Por qué 100 plazas menos en una misma decisión? El decano de Medicina justifica el primer recorte porque ya el pasado ejercicio se aumentó en 50 vacantes, hasta las 400, "sin una justificación". "Había que recortar esos 50 y otros 50 más para empezar a equilibrar la demanda", explica. Con las cuotas para traslados dentro de las facultades del país y los extranjeros, los alumnos que hoy están en primer curso en Santiago superan los 430 y el próximo serán realmente 332.