Un 26 por ciento de los alumnos gallegos dejan los estudios tras terminar la ESO o no completan el bachillerato o la FP. La tasa de abandono es casi dos puntos superior a la de hace cinco años, cuando se situaba en el 24,3 por ciento. Pero además la comunidad gallega es de las pocas del Estado en la que se incrementa este índice. Solo en cinco autonomías ha subido el porcentaje de estudiantes que no completan su formación y de ellas Galicia es la que registra el tercer mayor incremento.

Aunque la comunidad gallega sigue estando entre las regiones con menos tasa de abandono escolar, lejos de mejorar este índice, tal y como ocurre en el resto de España, lo está empeorando. En 2004 era la quinta autonomía con un porcentaje más bajo de alumnos que dejan sus estudios. Según las cifras de 2009, Galicia pierde una posición y se sitúa en el sexto lugar.

Al incrementar hasta el 26 por ciento su tasa de abandono, la comunidad gallega rompe además con la evolución descendente que experimentó este indicador en los últimos años. Hace una década eran un tercio, los alumnos que no proseguían sus estudios. En 2004 esta tasa cayó al 24,3 por ciento y en 2008 bajó al 23,5 por ciento. Un año después de nuevo se incrementa el porcentaje de estudiantes que no completan su formación.

Y aunque tradicionalmente las mujeres sufren menos fracaso escolar que los hombres, en este caso la razón del incremento se debe sobre todo al alumnado femenino. Si hace cinco años había solo un 15,7 por ciento de alumnas que abandonaban sus estudios, este porcentaje se disparó en 2009 hasta el 20,1 por ciento, casi cinco puntos de incremento.

Por el contrario, en el caso de los chicos la tasa de abandono se redujo, aunque de forma moderada, pasando del 32,4 por ciento al 31,7. A pesar de ello, sigue habiendo un mayor porcentaje de hombres que de mujeres que deciden no continuar con sus estudios.

A pesar de que Galicia está entre las comunidades con menos abandono escolar, está muy lejos aún de los objetivos marcados por la Unión Europea que fijan que el porcentaje de estudiantes que no prosiguen su formación académica debe situarse en el 10 por ciento.

La media estatal triplica este objetivo puesto que alcanza el 31,2 por ciento. Baleares y Andalucía son las comunidades con un índice de abandono escolar más alto –40,8 por ciento y 37,5 por ciento–. Entre las autonomías con menos fracaso escolar está Galicia, solo superada por Aragón, Asturias, Cantabria, Navarra y País Vasco.

Las políticas para reducir el abandono han conseguido en España unos exiguos resultados. Solo han logrado rebajar la tasa de abandono en 0,8 puntos en los últimos cinco años. Todas las autonomías mejoraron sus resultados educativos menos Castilla y León –donde se incrementó en 3,7 puntos este indicador–, País Vasco, que pasó de una tasa del 13,4 al 16 por ciento, Aragón, con 1,6 puntos más, Madrid, que experimentó un incremento de 0,9, y Galicia.

Pero el aumento del abandono escolar no es el único indicador negativo para la comunidad gallega. Según el informe "Las cifras de la Educación en España" del ministerio, el porcentaje de graduados en la universidad se ha reducido en los últimos cinco años. De los estudiantes que teóricamente deberían terminar el curso en 2007-2008, solo el 16,4 por ciento han obtenido la licenciatura, una tasa inferior al 17,5 que se registraba en 2004.

Lo mismo ocurre con los ciclos formativos de grado superior. Solo obtienen el título el 20,7 por ciento de los alumnos a los que les correspondería graduarse ese año, casi dos puntos por debajo de la tasa que existía en el curso 2003-2004.

Donde han mejorado los resultados es en bachillerato. La tasa de graduados se sitúa en el 53,9 por ciento frente al 49,5 de hace cinco años.

En cuanto a las becas, cuatro de cada diez alumnos que estudian FP o bachillerato en Galicia dispone de una ayuda. El importe medio de estas subvenciones es, sin embargo, el tercero más bajo de España. La cuantía media por becario es de 1.023 euros. Solo en Cantabria (925 euros) y en el País Vasco (592) el importe es menor.

En la enseñanza superior reciben becas el 36 por ciento de los estudiantes de la Universidad de Santiago, el 33 por ciento de los que están matriculados en Vigo y el 28 por ciento de los alumnos de la institución herculina.