Teme que una ley para reforzar la autoridad del docente agrave las situaciones de conflicto en el aula. Como Catedrático de Ciencias de la Educación, José Manuel Vez, considera que en pedagogía existen ideas clave, que ensalzan la convivencia, como compromiso del docente, colaboración con las familias y cooperación entre todos los agentes sociales para construir una escuela que garantice el éxito escolar. Sí es partidario, no obstante, de medir los resultados de los centros y premiar, “¿por qué no?”, a los que mejor realicen su trabajo: cuestión de estímulo e incentivos.

-¿Qué le parece la nueva norma sobre autoridad del profesor que ultima Educación?

-El éxito escolar depende de un buen clima en el aula, de que la sociedad estime al profesor y defienda que aprender es importante. Siempre es un tema de colaboración, cooperación y compromiso. Es fundamental. La autoridad no va a resolver casos de conflicto; con medidas represivas no se arregla nada. Quizás se agrave. En el aula hay que evitar premios y castigos que nazcan de autoritarismos.

-¿En Galicia se respeta al maestro?

-No es cierto que la mayoría de nuestro alumnado rechace la autoridad de su profesorado. Lo que rechazan son las formas en las que algunos profesores y profesoras tratan de imponer su poder en el aula. No parece probable que una ley de autoridad resuelva esta cuestión, que está más ligada a una buena profesionalización docente.

-La Xunta incentivará, con contratos programa, a los centros que mejoren sus resultados educativos. ¿Cómo lo ve?

-Lo veo bien. Ya se hace en otras comunidades, como Canarias o Aragón. Fomentar la competitividad entre centros no es tan malo como a primera vista pueda parecer. Otra cosa es que de su aplicación se derive una fractura insalvable que acabe condenando a unos colegios a los infiernos de por vida. Pero eso no debe suceder si la medida se aplica bien. Lo que está claro, y más en tiempos de ajustes, es que las políticas del café para todos no son aconsejables. Yo he vivido algo parecido en la universidad, en la financiación de la investigación. No ha estado mal. El mundo anglosajón, más pragmático y funcionalista que el nuestro, lleva mucho tiempo aplicando una política de “rendición de cuentas”.

-¿Demasiadas leyes con cambios educativos?

-Yo no atribuiría el éxito o el fracaso educativo a la organización legislativa del currículum. En Educación es importante la innovación, pero es cierto que los docentes no pueden estar sometidos a múltiples focos de innovación simultáneos: decretos de lengua, proyecto Abalar, cambios de tramitación... eso no funciona bien y no da tiempo a asumir los cambios. Administración y centros no deben mirar en direcciones opuestas.

-¿Por qué esa brusca caída en Matemáticas en el PISA?

-Se unen varios aspectos: las dificultades de racionamiento y las dificultades de comprensión sobre el significado de números y operaciones. Es una cuestión de orientación didáctica.

-Aunque se mejora en lectura, el problema es que parte de los adolescentes no entienden lo que leen.

-Su forma de leer es inadecuada: saben leer pero no comprenden. Es una cuestión didáctica. Otros países lo hacen mejor en lectura comprensiva. Además, con las nuevas tecnologías, la lectura de textos es distinta. Por ejemplo, al estudiante le cuesta dominar el párrafo largo, incluso al universitario.

-¿Cuánto influye el contexto socio-económico del alumno en sus resultados y por qué el éxito es mayor en Finlandia?

-Nuestro estancamiento no se debe a razones económicas; lo interpreto más como un fracaso cultural que la sociedad debe resolver con un mayor compromiso. Aún estamos saliendo de la ‘cultura del ladrillo’ y nos llevará un tiempo. De todos modos, creo que el contexto influye en más de un 20%. En cuanto a Finlandia, la orientación en el aula es diaria, además de otros temas; nosotros todavía evaluamos demasiado sobre la nota final, no de modo continuo.