Rompió con su vida laboral en Galicia para empezar de nuevo en Uruguay. Este coruñés, de 59 años que trabajó durante décadas en un gabinete de organización de congresos, no responde al prototipo de joven, pero sí de trabajador cualificado con amplia experiencia capaz de descubrir en los países tradicionales de la diáspora gallega, nichos de mercado "con mucho potencial de futuro" y lejos de la mano de obra básica.

Con el precedente de tíos en Venezuela y Cuba, viajó "mucho" por Sudamérica cuando vivía en Galicia, "por trabajo". "Siempre me fascinó Uruguay y sabría que algún día me vendría para aquí. Creo que, de Iberoamérica, es el país más europeo", argumenta Conde desde Montevideo.

Divorciado y con tres hijas, ya mayores, y tres nietos, se marchó a Uruguay con las ideas muy claras de lo que quería hacer allí, fruto de años de meditación y contactos. "Empecé por la rehabilitación de inmuebles para ponerlos en alquiler y luego me compré una explotación agrícola de 16 hectáreas", comenta este empresario coruñés. Su próximo proyecto, cuyo diseño está ultimando, es poner en marcha una empresa de proyectos culturales y turísticos que se llamará Procultur. "Aquí hay muchos sectores por explotar y con potencial de futuro. También es cierto que es un país muy reglamentista, con muchas rigideces institucionales y burocráticas que a veces se hacen pesadas porque te lo ponen más difícil", explica.

Regresa a Galicia a ver a su familia siempre que puede, hasta tres veces al año. "No perdono el día de Reyes con mis nietos; es muy especial. Precisamente me coges en estos momentos cambiando dinero aprovechando que el euro está más bajo estos días para viajar a Galicia en Navidad", afirma vía telefónica.

"Está claro que la nueva generación de emigrantes es muy poco convencional. Uruguay fue un ejemplo en acoger mano de obra a principios del siglo XX. Ahora ya no podemos pensar en esa mano de obra, sino en personal cualificado; en nichos que faltan por explotar. Independientemente de la identidad creada aquí por la emigración, la colectividad es un vehículo de integración tremendo".