El escenario presupuestario para 2011 diseñado por la Xunta en el mes de julio se ha quedado corto. Las restricciones previstas serán mucho más amplias, una vez que la Consellería de Facenda va cuadrando los números y conoce con algo más de detalle las transferencias que enviará el Gobierno central. Si en julio el recorte previsto era de 960 millones de euros, un 8,6% menos que los actuales presupuestos, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avanzó ayer que con los nuevos cálculos la merma será de entre el 11% y el 12%, lo que supondrá disponer de casi 1.400 millones de euros menos que se contaban este año. Es decir, en poco más de dos meses la caída de los presupuestos se han incrementado en un 44%.

Para esbozar los grandes números de las cuentas públicas de 2011, que se elaboran "en el peor de los escenarios", Feijóo eligió su participación en el desayuno-coloquio Fórum Europa. Tribuna Galicia, al que acudieron representantes de la clase política, financiera y empresarial de la comunidad autónoma. Ante ellos, el presidente fue desgranando las dificultades que tendrá que afrontar la Xunta en 2011 y culpó de ellas en buena medida al Gobierno central, tanto por la reducción en 803 millones de la capacidad de recurrir a la deuda para financiar inversiones, como por la obligada devolución al Estado de los 2.600 millones de euros hasta el año 2016 por los anticipos entregados a Galicia, y que ahora se comprobaron que eran excesivos, correspondientes a los años 2008 y 2009.

Con esta previsión presupuestaria, Feijóo aseguró que las inversiones tendrían que reducirse en más de un 40% en 2011 –"una abrupta disminución", dijo–, pero que al final disminuirán la mitad porque la Xunta recurrirá a la financiación privada para construir determinadas infraestructuras. Con esta fórmula, llamada de pago aplazado, las empresas aportan el dinero para construir las obras y cuando las terminan comienzan a percibir un canon anual de la Xunta con el que recuperan la inversión.

Al concluir el coloquio, la conselleira de Facenda, Marta Fernández, puso cifras concretas a los porcentajes anunciados por Feijóo. Según aseguró la titular de Facenda, la inversión global de la Xunta se tendría que reducir unos 1.000 millones de euros por la disminución de los presupuestos, pero que sólo será por la mitad porque se buscarán 500 millones de financiación privada. Con esta solución, la inversión total en 2011 con respecto a este año será unos 500 millones inferior.

Ante esta situación, el presidente confirmó, tal como avanzó FARO, algunas de las medidas que su gobierno tomará para cuadrar las cuentas, como suprimir las subvenciones para algunas rutas del Noitebús o el mantenimiento de servicios ferroviarios deficitarios –a los que se refirió como "servicios públicos adicionales"–, sustituir la contratación de cocineras por servicios de catering en comedores escolares con pocos alumnos o anular "pequeñas infraestructuras". "Ahí sí que se notarán los efectos del adelgazamiento del presupuesto", destacó el titular de la Xunta. Y también está la decisión de "congelar" el número de empleados públicos de la Administración autonómica.

Feijóo añadió que no se paralizará ninguna obra en ejecución y que a pesar de las restricciones se iniciarán "obras nuevas", como la autovía de la Costa da Morte, el desdoblamiento del corredor de O Morrazo o los hospitales de Vigo y Pontevedra, así como la apertura del nuevo de Lugo, al que hay que dotar de equipamiento. En este sentido, añadió que los servicios públicos "básicos" quedarán blindados.

En la senda por reducir el gasto, el presidente también citó la iniciativa para reducir el suministro farmacéutico, que cada año se lleva 1.200 millones de euros. La vía abierta es la de fomentar la prescripción de medicamentos genéricos.

Feijóo expuso que la receta del Gobierno para salir de la crisis no funciona en Galicia y que la comunidad gallega tiene sus propios referentes a los que mirar como ejemplo de impulso colectivo y de decisiones acertadas que generan confianza. Así, citó la fusión de las cajas de ahorro, el acuerdo por el diálogo social firmado con sindicatos y patronal y la organización del Xacobeo.