Por si quedaba alguna duda de que entre las prioridades de Portugal para la alta velocidad no está la conexión con Galicia, la plataforma que comparten el Gobierno luso y España para impulsar el AVE entre ambos territorios acaba de dejar fuera el tramo Vigo-Oporto de los planes para reactivar el nuevo ferrocarril. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer la contratación de una consultora para estudiar el mercado y la viabilidad técnica, ambiental, socioeconómica y financiera del enlace sur, entre Huelva y Faro, y un nuevo informe sobre la demanda y el análisis coste-beneficio en la conexión en la que el Ejecutivo liderado por José Sócrates centra todo su interés, la unión de las dos capitales.

Precisamente en el caso del tramo entre Madrid y Lisboa, el encargo supone una vuelta de tuerca a los objetivos marcados por ambos países hace ya casi cinco años, cuando se realizó la primera radiografía del servicio. La intención de la Agrupación Europea de Interés Económico "Alta Velocidad España-Portugal", en la que se integra el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias español (Adif) y su homólogo portugués es actualizar los datos que se obtuvieron entonces, con un escenario económico totalmente diferente. Hace un par de semanas, el ministro de Fomento del país vecino, Antonio Mendonça, trasladó al ministro español José Blanco la importancia de esta obra, "absolutamente prioritaria", con el compromiso de que toda la línea, que discurre por Extremadura, estarán licitados todos los trabajos.

El resultado de la actualización –con un coste superior a los 243.000 euros– permitirá a ambos Gobiernos marcar el ritmo de las obras, a través del sistema concesional en colaboración entre el sector público y el privado, en función de las necesidades reales. La misma justificación que está detrás del contrato para la redacción del estudio de mercado de la conexión Huelva-Faro, con un presupuesto de 1,102 millones de euros. Casi siete meses ha tardado la Agrupación Europea para el AVE entre España y Portugal en adjudicar el informe. El proyecto ferroviario ni siquiera tiene fechas. En otro reciente encuentro con José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, Antonio Mendonça insistió en que la estrategia de su Gobierno pasa por la conexión con Madrid. El enlace del sur está todavía en estudio.

A pesar de que el Vigo-Oporto sí tiene una fecha sobre la mesa, el 2015, hasta el ministro de Fomento elude darla por cerrada. Será una de las cuestiones que se aborden en la cumbre hispano-lusa de septiembre, con la firma de un protocolo donde se fijen las condiciones del proyecto, inversiones y plazos. José Blanco fue muy claro en una entrevista hace dos semanas en FARO. "No nos podemos permitir una inversión tan costosa para que al final sea improductiva", avisa. "Tiene que haber un compromiso claro y decidido del Gobierno portugués y lo voy a buscar hasta el último minuto –añade–, pero si ellos no hacen su parte no puedo invertir en un tren que no va a ninguna parte".