El PP se negó ayer a declarar como casos de transfuguismo las mociones de censura que se presentaron en los ayuntamientos pontevedreses de Gondomar y Silleda, además de la del municipio lucense de Láncara. Durante la reunión que se celebró en Madrid de la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfuguismo, que estuvo presidida por el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, los populares rechazaron que los cambios de poder en estas tres corporaciones locales se hubiesen apoyado en tránsfugas y justificaron el golpe de mando en la situación de "ingobernabilidad" que atravesaban estos ayuntamientos.

Al no haber acuerdo político sobre estos casos, se decidió encargar a una comisión de expertos que evalúe en el plazo de seis meses si hubo o no transfuguismo y remita el dictamen a la comisión estatal de seguimiento,que integran todos los partidos.

El BNG, disgustado con el PP por no haber aceptado la existencia de tránsfugas en estos los municipios gallegos de Gondomar, Silleda y Láncara, decidió votar en contra de declarar transfuguismo la moción de censura que se presentó en Benidorm, un caso polémico porque intervino la madre de la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín. Los acuerdos en la comisión que estudia estos casos deben adoptarse por unanimidad para que tengan validez, de manera que los nacionalistas gallegos bloquearon así la declaración del caso de Benidorm, que también será enviado a la comisión de expertos, que en total analizará catorce denuncias.

Durante la reunión de ayer se estudiaron un total de 36 casos de transfuguismo. Pero sólo hubo acuerdo para reconocer la intervención de tránsfugas en dos municipios: Castromonte, en Valladolid, y el gallego de Folgoso do Caurel, donde se aceptó que un ex concejal del PSOE apoyó a cuatro ex ediles del PP para arrebatar el gobierno a los socialistas.