Ante un centenar de cargos institucionales y orgánicos de partido, representantes de la patronal y el presidente de Caixanova, el secretario xeral del PSdeG-PSOE, Manuel Vázquez, desgranó ayer la postura de su partido ante el futuro del mapa financiero gallego, marcado en gran parte por la reforma de la Ley de Cajas y el plazo de 20 días que el Parlamento se ha dado para aprobarla. Ante este escenario, Vázquez lanzó varios avisos: que sería una "temeridad" entregar el control de las entidades a la Xunta con la facultad para nombrar representantes en los consejos de administración, que si no hay consenso entre los partidos se debería aplazar la reforma y que no se puede "imponer" la reordenación financiera a las cajas, puesto que el Ejecutivo gallego apuesta por la fusión, opción que apoya Caixa Galicia pero que rechaza Caixanova.

"Ningún Gobierno debe decir lo que es bueno o malo. Debe ser respetuoso y dejar que las dos cajas se posicionen. Una está a favor de la fusión y otra no. Lo que ocurre es que tenemos dos cajas potentes y solventes", soltó Manuel Vázquez. El dirigente socialista está de acuerdo con la due diligence –una auditoría externa en profundidad–, de la que dijo que si avala la fusión, por aumentar las "fortalezas y las sinergias", él entiende que las dos entidades apostarán por la unión, pero que si el resultado de la auditoría es otro, "sería una insensatez promover esa fusión", dijo.

"Tenemos que caminar y sentar las bases para buscar acuerdos. Esto no se arregla con imposiciones, ni decretos ni leyes a medida, se arregla desde el respeto a la autonomía de las entidades, desde la búsqueda de incentivos y consensos y desde el compromiso con la defensa de los intereses de Galicia, y esto hay que definirlo a través de una Ley de Cajas", aseguró el secretario xeral del PSdeG-PSOE.

Añadió que las fusiones en sí no son buenas o malas ni resultan obligatorias y que el Banco de España no ha emitido todavía ninguna opinión al respecto sobre el sistema financiero gallego.

Hoy se acaba el plazo para que los partidos presenten sus enmiendas a la reforma de la Ley de Cajas, que según los plazos oficiales debe aprobarse el 30 de diciembre, y el dirigente socialista quiso introducir algunos matices de alcance, como el que tramitar esta ley por la vía de urgencia sólo resulta sensato si hay acuerdo entre los partidos. "No se puede hurtar el debate en aras de la urgencia, salvo si se produce el consenso", advirtió Vázquez, para quien resulta "poco serio" tramitar una ley en sólo 20 días, con la Navidades de por medio. "Si hay elementos de divergencia, tenemos que parar, levantar la cabeza, sosegar el debate y pensar que nos estamos jugando mucho del futuro" comentó, lo que en la práctica significa una apuesta por un aplazamiento en caso de que el acercamiento entre los grupos parlamentarios no sea posible.

Por si acaso, ya avisó que su partido se demarcará si algún partido piensa utilizar la ley como una "estrategia de presión política" o usar el Parlamento como una herramienta de control de las entidades de ahorro.

En esta línea, Manuel Vázquez aseguró que el PSOE propone que los representantes autonómicos en los órganos de decisión de las cajas supongan entre el 10% y el 15% de los miembros y que su designación corresponda al Parlamento.

Los socialistas consideran que lo acertado es que los nombramientos competan al Parlamento por un procedimiento de mayoría reforzada, pero no directamente a la Xunta. "Sería una temeridad entregar el control de las cajas a un gobierno, porque estos cambian, pero el Parlamento es de todos y representa a todos los gallegos", argumentó.