Un día después de que los tres principales sindicatos gallegos uniesen sus voces para criticar una posible fusión de Caixanova y Caixa Galicia, la Cámara de Comercio de Pontevedra emitió ayer un rotundo comunicado en el que se sumaba a este rechazo por considerar que los efectos de esa unión perjudicaría la competencia y los intereses de los empresarios y el conjunto de los ciudadanos. También el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se mostró especialmente duro con la posición del titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en este asunto. El regidor vigués reprochó al presidente autonómico que utilizase el adjetivo "localista" para referirse a las declaraciones y posturas de los colectivos de la ciudad. "Estamos hartos de escuchar esto; le pido que no lo vuelva a repetir", advirtió.

A pesar de que todavía no se conoce la decisión que tomará el presidente gallego, quien en todo caso confía en que sea "coincidente" con la de los órganos de gobierno de las entidades de ahorro, como explicó el pasado jueves, diferentes colectivos empresariales y sociales, así como notables dirigentes políticos están dejando claro cuál es su punto de vista sobre el futuro del mapa financiero gallego. Si el viernes fueron los grandes sindicatos quienes mostraron abiertamente su oposición a la integración de las cajas por su coste social y laboral, ayer dio un paso adelante y en la misma dirección la Cámara de Comercio de Pontevedra.

El colectivo empresarial alertó de las consecuencias que, a su juicio, tendría una fusión: "Cuatro mil puestos de trabajo que se pierden, decenas de oficinas bancarias que se cierran, prejubilaciones y otros muchos daños colaterales". Los empresarios pontevedreses recuerdan al Gobierno gallego que los últimos balances hechos públicos por las dos entidades gallegas son positivos, por lo que, en su opinión, queda descartado que ninguna de ellas "corra peligro". Por ello, exigen al Ejecutivo que haga públicas "las razones reales que obligan a la fusión".

Esta Cámara de Comercio no tiene dudas sobre las ventajas que tienen para ellos "y en general para los ciudadanos" que haya dos cajas gallegas, fundamentalmente porque fomenta la competencia.

Tras recordar que tanto el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, como los portavoces de las patronales gallega y pontevedresa, así como el Club Financiero y otras cámaras de comercio del sur de Galicia han dejado clara su oposición a la integración, el organismo cameral pontevedrés se muestra convencido de que "todas las cartas están jugadas y la fusión hecha".

Advertencia de Caballero

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, mostró ayer su discurso más contundente y crítico con el presidente Feijóo, a quien advirtió que "ni la sociedad, ni los colectivos ni el alcalde admitimos que se refiera a nuestra opiniones como localistas, y sin embargo considere que las opiniones que lanza la sociedad de otras ciudades son de interés general. Estamos hartos de eso; le pedimos que no lo vuelva a repetir". La réplica del regidor vigués se produce un día después de que el titular de la Xunta asegurase que "lamentablemente en Galicia aún no superamos la asignatura de los localismos y si hay un caso donde el localismo no debe ser un principio es éste [el futuro de las cajas]".

Caballero quiso recordar a la presidente gallego que "Vigo es la ciudad más importante ya no sólo de Galicia, sino del oeste peninsular; genera gran parte de la actividad económica de este territorio y, por tanto, el presidente gallego nos debe respeto como ciudad y sociedad". En este sentido, instó a Feijóo a que "rectificase" los calificativos de "localistas" que empleó para referirse a la posición de rechazo de colectivos de la ciudad a la unión. "En esta ciudad pensamos en Vigo pero también pensamos en Galicia, y nuestras opiniones están estudiadas y meditadas y son tan respetables como las de cualquier otra ciudad gallega.