El alcalde del municipio lucense de Castro de Rei y los 3 concejales del equipo de gobierno que ayer fueron detenidos por los supuestos delitos de prevaricación y tráfico de influencias, no han prestado todavía declaración ante la jueza que instruye el caso y permanecen en los calabozos de la comisaría de policía de Lugo.

Fuentes municipales han explicado a EFE que la titular del juzgado de instrucción número 3, Estela San José, se encuentra ya en su despacho de los juzgados, pero hasta allí todavía no han sido trasladados los cuatro políticos, detenidos en una espectacular operación policial.

El alcalde socialista, Juan José Díaz Valiño, junto con los ediles de esta misma formación política, Ana Canto y Antonio Balado, además del edil de Terra Galega, Roberto Lorenzo, fueron detenidos ayer en sus respectivos domicilios y trasladados luego hasta el Ayuntamiento.

En la Casa Consistorial entraron la jueza, una secretaria judicial y agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de Galicia, junto con policías de Lugo. La sede municipal fue objeto de un minucioso registrado, centrado sobre todo en los despachos de la alcaldía y secretaría, hasta completar 11 cajas de documentación.

Posteriormente, se desplazaron hasta el vecino Ayuntamiento de Cospeito donde recogieron otra caja de información, supuestamente vinculada a contrataciones de personal de la Mancomunidad de Municipios de A Terra Chá, a la que pertenecen ambos ayuntamientos.

Mientras tanto, los dos ediles del BNG que forman parte del gobierno municipal y que no se encuentran imputados están siendo los encargados de transmitir cierta normalidad al ente local. Uno de estos concejales, Serafín Carballo, ha dicho a EFE, que existe "normalidad" en la gestión cotidiana, pero también ha reconocido que hay "inquietud" entre los funcionarios y, sobre todo, "un profundo desconocimiento" de qué es que lo que ha podido haber pasado.