"Ir a la huelga es la única solución que nos queda". Después de un año crítico para el sector lácteo gallego y europeo en general, los productores se aferran a la huelga como último recurso para tratar de buscar una salida a la crisis. Mientras media Europa ya ha empezado a suspender las entregas de leche a la industria y la otra media decide si se suma al paro u opta por otras vías de presión, la llama de la huelga ya ha prendido en Galicia, donde entre 800 y 1.000 ganaderos lácteos han dado un paso al frente dispuestos a suspender indefinidamente las entregas y a paralizar la actividad de las industrias.

Son los promotores de un paro sin precedentes en la comunidad, aunque en los próximos días todo el sector lácteo gallego será llamado a consultas para sondear el apoyo real y objetivo con el que cuenta una iniciativa encabezada desde hace una semana por los productores franceses. Los sindicatos gallegos, sin embargo, reaccionaron divididos a la propuesta.

Mientras Xóvenes Agricultores (XXAA) y Unións Agrarias (UUAA) abogaban el pasado lunes por explorar otras vías de presión y hacer cumplir el acuerdo alcanzado en junio para tomar como referencia el precio francés y promover los contratos homologados, el Sindicato Labrego Galego (SLG) se alineaba con los países europeos que han optado por la huelga y hacía una llamada a la movilización. En las asambleas comarcales convocadas por el sindicato nacionalista el pasado lunes la convocatoria de un paro en Galicia caló entre el sector, animando al SLG a iniciar una ronda de consultas más amplia para sondear cuántas explotaciones lácteas estarían dispuestas a suspender las entregas.

Los ganaderos interesados en secundar la huelga tendrán que cubrir una "hoja de compromiso" y entregarla hasta el viernes en alguna de las delegaciones del sindicato.