El diagnóstico es "crisis" y la solución propuesta por el Gobierno gallego es la "austeridad". Éste es el criterio que marcará la confección de los presupuestos de la comunidad para el año que viene, según anunció ayer el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, tras presentar a los sindicatos y a la patronal gallega las líneas generales de las cuentas. La Administración "contendrá el gasto" con la congelación de los salarios de los altos cargos, el recorte de la oferta de empleo público y el freno del gasto corriente y echará mano de un "endeudamiento selectivo" para impulsar la inversión productiva. Palabras del responsable económico del Gobierno gallego, que insiste, no obstante, en que Galicia, a pesar de las dificultades, mantiene un "diferencial favorable" respecto al Estado en términos de "crecimiento y empleo" y que las medidas puestas en marcha hasta ahora "para paliar los efectos de la pérdida de dinamismo de la economía gallega" están teniendo sus frutos.

El conselleiro matizó que el freno de la oferta de empleo público tendrá "excepciones", aquellas áreas relacionadas con "los servicios públicos fundamentales en los que sea imprescindible incrementar las plantillas". Porque las cuentas de la Administración autonómica del próximo año tendrán entre otro de sus principales rasgos, afirma Fernández Antonio, el "impulso del gasto social".

El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, manifestó que la patronal no ve mal un mínimo endeudamiento de la Xunta mientras éste vaya destinado a incentivar inversiones productivas.

Los representantes de los sindicatos UGT, CCOO y CIG esperarán a ver cómo se "concretan" las cuentas, pero de entrada critican la congelación de la oferta de empleo público. José Antonio Gómez (UGT), Consuelo Martínez (CIG) y Xan María Castro (CC OO) pusieron sobre la mesa, respectivamente, su preocupación ante una reducción del gasto social, el futuro de ciertos sectores productivos, como el naval, el textil y la automoción, y la posible aparición de una "bolsa de pobreza" generada por las circunstancias económicas.