Durante los tres meses del verano los hospitales gallegos cerrarán una media de 520 camas por las vacaciones del personal sanitario y las dificultades de encontrar médicos sustitutos en algunas especialidades. Según la Consellería de Sanidade, este recorte, que supone un 7 por ciento del total de camas, se ve compensado por el descenso de patologías que se produce durante la época estival entre la población. Esta circunstancia es además aprovechada por la Administración sanitaria para realizar obras en muchos centros hospitalarios. Así, por ejemplo, se reducirán a la mitad las camas disponibles en el Hospital do Salnés a causa de la construcción de una tercera planta. Mientras, en el Complejo Hospitalario de Vigo serán 95 las plazas que se clausurarán entre julio y septiembre.

El número de camas cerradas en estos meses será mayor que el del año pasado, cuando sólo se prescindió de 430. La Consellería de Sanidade resalta, sin embargo, que si se compara con el verano de 2005 la reducción de plazas en hospitales será este año un 19 por ciento menor.

La clausura de camas acarrea además un descenso en la actividad programada en los hospitales para esta época del año debido a la falta de médicos. "Como sucede con otras profesiones, es el periodo más demandado por el personal para vacaciones regulamentarias", explica el departamento que dirige María José Rubio.

Aunque normalmente se recurre a sustituciones para cubrir algunas vacantes, Sanidade reconoce que en determinadas especialidades "esto no es posible" debido a la "escasez" de facultativos en el mercado laboral. Normalmente donde existen más déficits es en el área de ginecología, pediatría o anestesiología.

Al faltar estos médicos la Consellería de Sanidade opta por no reemplazar a otros profesionales cuyo trabajo depende de los primeros. "Quedarían incompletos algunos equipos asistenciales necesarios para realizar determinadas funciones", aclaran. En opinión de la Xunta, resultaría "ineficiente y perjudicial mantener cuadros de personal que no pudiesen desempeñar las funciones para las que están previstos".

A esto hay que sumar que este verano el Sergas no podrá disponer de una nueva promoción de médicos MIR para las sustituciones, ya que se ha ampliado su formación de tres a cuatro años, de manera que a los que le tocaba terminar su residencia este año no podrán aún titularse.

Pese a la escasez de médicos para cubrir las vacantes el departamento de María José Rubio garantiza "la seguridad y la calidad asistencial de los pacientes".

El mes en el que más se rebajará la actividad en los hospitales es el de agosto. En este periodo estarán cerradas más del 9 por ciento de las camas de los hospitales gallegos, entre 654 y 696.

Ya a partir de la próxima semana y hasta la segunda quincena del mes se clausurarán una media de 462 plazas de internamiento en la red hospitalaria del Sergas. A finales de julio esta cifra se elevará a 621.

Septiembre empezará con una reducción del 5,9 por ciento de las camas disponibles (cerrarán 419) y a partir de la segunda quincena se empezará a recuperar la actividad hospitalaria con sólo 269 plazas clausuradas.

Por hospitales donde más se notará el periodo vacacional será en el de O Salnés, con 42 de sus 87 camas fuera de servicio. El Hospital de Verín se quedará sin el 18 por ciento de sus plazas y en el Complejo Hospitalario de Ourense habrá un 11 por ciento menos de pacientes internados.

Por contra, las vacaciones del personal sanitario apenas repercutirán en el Complejo Hospitalario de Pontevedra, donde sólo cerrarán 10 de las 618 camas con las que cuenta.

De cualquier modo, la Consellería de Sanidade aclara que, en caso de necesidad, las camas cerradas podrían activarse de nuevo para evitar saturaciones.