R. Prieto / A Coruña

Son inmigrantes con billete de vuelta. Su proyecto en España ha fracasado: no tienen medios económicos y hace más de seis meses que residen en España. Ante esta situación, su única salida es regresar a su país. Cinco años después de que el Gobierno aprobase un programa de retorno voluntario dirigido a extranjeros sin recursos -sin papeles o con su situación regularizada-, cerca de 5.000 inmigrantes afincados en España han vuelto a su tierra.

En abril de 2003, los Ministerios de Trabajo e Interior firmaron un convenio con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para poner en marcha la fase piloto del Proyecto de Retorno Voluntario de Inmigrantes desde España. Desde entonces, cerca de 2.000 extranjeros se acogieron al plan a través de la OIM, una iniciativa en la que también participan asociaciones de inmigrantes, sindicatos y ONG como Cruz Roja o Cáritas. Según datos de la OIM a 31 de diciembre de 2007, un total de 61 inmigrantes afincados en Galicia se acogieron al plan de retorno voluntario. Aunque Galicia es la octava autonomía con más casos aprobados -muy por detrás de Madrid (937)-, si se tiene en cuenta la población extranjera residente en cada comunidad, sólo Madrid la supera en retornos aprobados (0,1% de los inmigrantes empadronados en la capital, frente al 0,07 en Galicia).

Cada retornado recibe el billete de avión, una ayuda económica de viaje de 50 euros por cada miembro de la unidad familiar -hasta un máximo de 400 euros- que será entregada en el momento de la salida y una prestación adicional para la reintegración en su país de origen que puede ascender a 400 euros por adulto y 150 euros por menor, hasta un máximo familiar de 1.400 euros.

Estas ayudas están dirigidas a inmigrantes que se encuentren en situación de vulnerabilidad social y que deseen voluntariamente regresar a su país. No sólo los sin papeles pueden acogerse al plan de retorno, sino también los extranjeros que tengan permiso de residencia o trabajo, unos documentos a los que tienen que renunciar en el caso de ser aprobado el regreso a su país. Con el nuevo programa de retorno voluntario, aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, los inmigrantes que se acojan al plan no sólo deberán renunciar a su permiso de trabajo y residencia, sino que además tendrán prohibido regresar a España por un periodo de tres años.

Solicitudes

Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía, autonomías en las que se concentra más de la mitad de la población extranjera que reside en España, son las comunidades que tramitaron más solicitudes. De las más de 1.900 peticiones aprobadas desde 2003 por la Organización Internacional de Migraciones, 937 proceden de Madrid, 233 de Cataluña, 187 Comunidad de Valencia, 142 de Andalucía, 87 de Murcia, 66 de Canarias, 62 de Castilla-La Mancha y 61 de Galicia. En el caso de Aragón, 34 extranjeros retornaron a su país, desde Baleares, 24; desde País Vasco y Castilla y León, 21 en cada comunidad. Desde Cantabria, 12; siete desde Asturias, seis de Extremadura, tres de La Rioja y uno de Navarra.

Iberoamérica se reparte el grueso de los retornados -en el caso de Galicia, hasta 18 regresaron a Argentina, 14 a Brasil, 13 a Uruguay, otros siete a Venezuela, dos a Chile y el resto, dos, a Rusia-. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, el número de extranjeros que se acogen al plan de retorno voluntario ha crecido un 96% desde que se puso en marcha el proyecto, pasando de 604 inmigrantes que regresaron a su país en 2003 a un total de 1.184 que lo hicieron el año pasado.