Pablo Iglesias reconoció ayer el "difícil momento" en que se encuentra Podemos y los malos resultados que su formación obtuvo en las elecciones catalanas, a las que concurrió en alianza con los comunes de Colau y Domenèch. El líder de la formación morada rompió veinticinco días de silencio con su intervención ante el Consejo Ciudadano Estatal, en el que consideró llegado "el momento de la reflexión política, después de un año que ha sido determinante para España y para Podemos, un año que no ha acabado bien para nosotros".

La delicada situación de Podemos, después del fracaso de sus expectativas en Cataluña y con encuestas que avanzan que será la cuarta fuerza política, viene a cerrar un período que comenzó con el debate interno abierto ante la II Asamblea de Vistalegre y que se convirtió "en una amenaza de ruptura", según Iglesias.

"Es evidente que en un proceso de cambio como el que estamos construyendo, con adversarios poderosos, la cosa no iba a ser fácil, pero que esto sea evidente en términos teóricos no quiere decir que sea lo mismo saberlo que sentirlo, y ahora estamos sintiendo la presión", afirmó para explicar la situación en que se encuentra Podemos. El análisis de la situación no fue más allá de asumir esa compleja circunstancia. Indagó más a fondo sobre los malos resultados en las elecciones catalanas, que atribuyó, entre otros factores, a que "muchos ciudadanos han percibido" que con su defensa del referéndum pactado, Podemos estaba dirigiéndose "a otras formaciones políticas", en referencia a los independentistas.

Tras aludir al "culebrón del invierno" que se generó en torno a prolongado silencio, el secretario de Podemos achacó al desgaste que genera el liderazgo su pérdida de peso en las encuestas y barrió cualquier posibilidad de renunciar a seguir al frente de la organización. "El día que me digáis que mi puesto debe estar en otro sitio, no me costará nada, pero mi trabajo ahora es ampliar las posibilidades de gobierno en 2019 y ganar las elecciones de 2020", afirmó ante los miembros del Consejo Ciudadano.

En ese objetivo, Iglesias mantiene su presión sobre los socialistas, a los que considera alineados con el "bloque reaccionario monárquico" y con los que considera que no existen posibilidades de acuerdo. La victoria interna de Pedro Sánchez "abrió muchas expectativas" que en los últimos tiempos "se han frustrado", según el secretario general de Podemos.

Iglesias anunció que la próxima semana su grupo formalizará en el registro del Congreso una proposición de ley sobre los impuestos a la banca, pocos días después de que el líder del PSOE hiciera pública su intención de financiar las pensiones con tributos sobre las operaciones bancarias.