A la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela Díaz, que se encarga de la investigación por un delito de sedición contra la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la policía catalana, los Mossos d'Esquadra, no le tiembla la mano en sus sentencias. Así lo demuestran sus últimas decisiones judiciales.

Los independentistas la atacaron ayer porque solo unos días antes de recibir este encargo, la magistrada había recibido la medalla del mérito policial con motivo del día de los Ángeles Custodios. La orden del premio la firmó el propio ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido.

Lamela lleva 31 años de carrera judicial y este caso le ha caído de rebote. La denuncia de Fiscalía había ido a parar en un primer momento al juzgado de instrucción número 2, del que es titular Ismael Moreno. Pero el día que se produjeron los hechos, Lamela estaba de guardia en el juzgado número 3 con lo que el decano de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz decidió desviarle a ella el papeleo.

Aunque la jueza ya se ha enfrentado antes a casos mediáticos. Llevó, por ejemplo, la investigación de la agresión a un grupo de guardia civiles en un bar de Alsasua, en Navarra, y fue la encargada de enviar a prisión al expresidente del Barça y firme defensor del independentismo, Sandro Rosell.