El exconsejero de la Presidencia de la comunidad de Madrid Francisco Granados (PP) salió ayer de la prisión de Estremera, en esa provincia, tras 31 meses encarcelado por el "caso Púnica", al que ha dado nombre. Granados, que salió tras abonar, con las propiedades presentadas como aval por sus familiares, la fianza de 400.000 euros que le impuso el juez Eloy Velasco, se reafirmó en su inocencia y aseguró que "jamás, jamás, jamás" ha metido la mano "en la caja".

El popular, que está acusado de los delitos de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho, malversación, prevaricación y fraude, fue recibido a las puertas de la prisión por sus dos hijas, con las que se fundió en un abrazo.

En sus primeras declaraciones a la prensa, que duraron trece minutos a pleno sol, el antiguo "número dos" de Esperanza Aguirre (PP) anunció que pedirá "responsabilidades" a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y a la Fiscalía por los informes contra él y añadió que los irá "desmontando uno por uno". El exconsejero incluso ha dudado de que la trama Púnica de corrupción exista: "Después de leer muchas partes del sumario, las que no están todavía en secreto, después ver todo eso, yo no sé si existe. Creo que no, pero desde luego si existe ni formo parte de esta trama ni desde luego soy ni mucho menos el cabecilla". Durante sus declaraciones, Granados atribuyó varias veces los hechos que se le imputan a una actuación del "aparato del Estado".

"Hay determinados informes", afirmó el popular, "que destruyen vidas, que ponen en bretes a gobiernos, que ponen en la cuerda floja a presidentas de comunidades autónomas y que luego se dice que son inconsistentes y no pasa nada". En su caso, dijo, se han filtrado "de manera sistemática, planificada y con un interés bien concreto secretos del sumario obtenidos por el aparato del Estado y filtrados, sin ninguna duda, por el aparato del Estado, porque solo los puede filtrar o la Guardia civil o la Fiscalía, o el juez".

Admitió Granados que en la investigación de "25 años" de su vida se han podido localizar "fallos", pero entre ellos no está, sostuvo, haberse llevado "ni un solo euro jamás de dinero público".

El exconsejero tuvo palabras para Aguirre, cuyo abandono de la política ha sido, a su juicio, "uno de los episodios más injustos" que recuerda "de la historia política española". No obstante, precisó no tener "nada que agradecerle en cuanto a sus actuaciones y declaraciones de los últimos tiempos".

Granados también puso en duda que en España rija un Estado de derecho, ya que "desde luego", enfatizó, con él "no ha funcionado", porque no se ha respetado, dijo, su presunción de inocencia, su derecho a la intimidad y a la igualdad ante la ley.