La Guardia Civil y las autoridades francesas detuvieron a cinco personas e intervinieron un depósito de ETA en Francia con numerosas armas, explosivos y material para hacer bombas que según el Ministerio del Interior se iba a usar para "una acción propagandística de entrega de armas".

El depósito fue descubierto ayer en la localidad francesa de Louhossoa, a 30 kilómetros al este de Bayona y cerca de la frontera con España, en un caserío propiedad de una periodista del portal vascofrancés Mediabask que fue arrestada junto con cuatro hombres.

La periodista es Beatrice Molle y los otros dos arrestados son Michel Berhocoirigoiny, expresidente de la cámara agrícola Euskal Herriko Laborantza Ganbara, y Jean-Noël Etcheverri, del colectivo ecologista Bizi, confirmaron fuentes de la lucha antiterrorista.

Precisamente ayer Mediabask publicó varios documentos firmados por Berhocoirigoin, Etcheverry y el presidente de honor de la Liga de Derechos Humanos de Francia, Michel Tubiana -no detenido-, en los que se ofrecen como representantes de la sociedad para ayudar en el proceso de destrucción de las armas de ETA. También un comunicado en el que los tres explicaban que iban a proceder a la destrucción de un primer "stock" de armas de ETA que equivale al 15% de los arsenales "sellados".

Mediabask publicó asimismo dos cartas de ETA en las que la organización terrorista acepta la mediación de estas tres personas y aboga por "delegar en la sociedad civil la responsabilidad política del desarme".

El Ministerio del Interior informó de que el depósito descubierto ayer en Francia por la Guardia Civil y agentes franceses contenía decenas de armas, abundante munición, explosivos y material para la confección de artefactos y bombas lapa, y sostuvo que con su incautación se desbarata "la acción propagandística de entrega de armas que tenía pensado llevar a cabo" la banda.

Los investigadores creen que el material intervenido "iba a ser utilizado para realizar una escenificación similar a la llevada a cabo en febrero de 2014", en la que miembros de ETA mostraron a representantes de la denominada Comisión Internacional de Verificación "una paupérrima muestra de armas y que posteriormente se llevaron los propios terroristas".