Podemos transmitió ayer sus condolencias a los deudos de la fallecida senadora del Grupo Mixto Rita Barberá, pero decidió no participar en el minuto de silencio guardado en el Congreso de los Diputados, por considerar que se trataba de un "homenaje político" a una persona "cuya trayectoria ha estado marcada por la corrupción" y que por tanto no lo merecía. Sin embargo, los senadores de Podemos sí participaron en el acto análogo celebrado en la Cámara alta en memoria de su compañera de escaños.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el portavoz parlamentario de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, explicaron públicamente la decisión, muy criticada tanto por otros partidos parlamentarios como en las redes sociales, e hicieron llegar las explicaciones al grupo parlamentario popular. "Les hemos dicho que todas las condolencias en el ámbito privado, pero que no nos parecía que fuera el momento de homenajes políticos públicos", declaró Errejón.

"Quizás tendría más sentido que en este hemiciclo homenajeáramos a las víctimas de la pobreza energética o quizás a las víctimas de la corrupción", aseveró, por su parte, Iglesias, para quien "el respeto personal y la separación de lo político y lo personal es compatible con la coherencia".

Por su parte, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, justificó su ausencia explicando que no le parecía oportuno "blanquear la vida de nadie".

No fue ese, sin embargo, el parecer del vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, quien acusó a los morados de actuar "miserablemente", porque, dijo, "antes que políticos somos personas".

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recriminó al actitud de Podemos y aseguró que hay que distinguir "la dureza de la crueldad". Desde el PSOE llegaron los mismos ecos.

El expresidente del Congreso de los Diputados Patxi López calificó la ausencia del hemiciclo de "bajeza moral" y de "gesto de una catadura moral y humana verdaderamente lamentable".