La Comisión del Estatuto del Diputado aprobó ayer, con los votos del PP, PSOE y Ciudadanos, y el voto en contra del grupo de Unidos Podemos y los partidos nacionalistas e independentistas, el suplicatorio solicitado por el Tribunal Supremo para juzgar al portavoz del PDECat en el Congreso, Francesc Homs, por la consulta del 9-N. El informe de la comisión se elevará ahora al Pleno para su aprobación definitiva en una votación de carácter secreto.

Los grupos de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, PDECat, ERC y PNV se unieron para oponerse a la concesión del suplicatorio y presentaron en la comisión un voto particular de protesta, al entender que se trata de un proceso judicial de tintes políticos. La acusación fue negada por el socialista Luis Carlos Sahuquillo, quien recordó que su partido es partidario de conceder los suplicatorios, pues la función del Congreso no es juzgar, pero tampoco obstaculizar el trabajo de la justicia. En su voto particular, Unidos Podemos y los partidos nacionalistas recuerdan que, según la Constitución, los diputados "gozarán de inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones" y "solo podrán ser detenidos en caso de flagrante delito". Además, opinan que el proceso judicial seguido contra Homs se produce en un contexto de tensión territorial y está vinculado a la reclamación del derecho a decidir por parte de la sociedad catalana. Homs quiso poner de relieve la "incoherencia" del PSOE y de C's por apoyar junto al PP la concesión del suplicatorio en su contra. Para el portavoz del PDECat, es incoherente que PSOE y C's, que respaldaron una comisión de investigación sobre las maniobras del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz para implicar a políticos independentistas en casos de corrupción, den luego luz verde a su suplicatorio por una causa que, a su juicio, está directamente relacionada con la persecución política de los partidos nacionalistas.

Más lejos todavía lo llevó la portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté, al asegurar que la voluntad de diálogo con Cataluña expresada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy no es sino "palabras vacías" si, al mismo tiempo, el PP avala en el Congreso el suplicatorio contra el portavoz del PDECat.