Los partidos nacionalistas vascos y catalanes reaccionaron ayer con ásperas declaraciones al discurso de investidura del líder del PP, Mariano Rajoy. El portavoz del PDECat (antigua Convergencia), Francesc Homs, estimó que la intervención del presidente en funciones fijó los fundamentos del "nuevo trío de las Azores", formado, a su juicio, por PP, PSOE y Ciudadanos, con Cataluña funcionando como "cimiento".

Homs consideró que el candidato planteó la crisis política catalana como una pura confrontación y denunció que miente cuando asegura que estos últimos años ha estado dispuesto a dialogar con la Generalitat.

Como prueba resaltó que Rajoy se ha negado a hablar sobre los más de 40 puntos que le planteó Artur Mas hace más de dos años o sobre los que le expuso su sucesor, Carles Puigdemont, hace unos meses, cuando ninguno de ellos hacía referencia a la independencia o a la celebración de un referéndum.

Más duro aún fue el portavoz de ERC, Joan Tardà, quien equiparó la intervención de Rajoy con "la carcundia" y con "los hijos del franquismo", afirmando que se siente reafirmado en su idea de independizarse. De hecho, adelantó, cuando hoy le toque intervenir en el debate, se despedirán con un "adiós, muy buenas; con su pan se lo coman", remachó. Eso sí, Tardá avanzó que en su parlamento tenderá la mano a los representantes de otros "pueblos y nacionalidades ibéricas" para "iniciar un proceso constituyente", porque ERC es solidaria "con todos los pueblos y naciones, a fin y efecto de contribuir desde el Estado catalán al desarrollo y a las voluntades de las clases populares".

Por su parte, la portavoz de En Marea, Alexandra Fernández, denunció la creación de la "gran coalición" formada por el PP, PSOE y Ciudadanos y del "partido único" de España "una, grande y libre", que, a su juicio, pretende implantar el candidato a la investidura, Mariano Rajoy, de quien dijo que no tiene credibilidad para prometer reformas o para luchar contra la corrupción.

Fernández mostró su convencimiento de que la abstención del PSOE no será una "simple abstención" sino que pone fin al sistema de turno de partidos que ha caracterizado la política española desde la Transición "para poder blindar los intereses de la troika". Frente a ello, apostó por un nuevo espacio de debate político que defienda el "derecho a decidir de los pueblos" y una nueva agenda social.

Tampoco en el PNV, a quien muy probablemente necesitará el PP para aprobar los Presupuestos, batían palmas. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, aseguró que no ha visto "ni un guiño ni un movimiento de abanico seductor" en Rajoy que le haga pensar en el cambio para acercarse a Euskadi.