La precampaña vasca para las elecciones del 25-S propició ayer de nuevo la posibilidad de que el cabeza de filas del PNV, el lehendakari Iñigo Urkullu, exprese el concepto de la soberanía que tiene su partido y la disposición a negociar, tras las elecciones, un desbloqueo de la crisis política española.

Urkullu se ha definido como un "independentista del siglo XXI", un "soberanista pragmático", que cree en las soberanías "compartidas" basadas en el acuerdo de carácter confederal, la bilateralidad, y un sistema de garantías. "Yo creo más en las soberanías compartidas en este momento que no en las unidades indisolubles que nos llevan a pensar en una independencia absoluta", resumió.

Respecto a si EH Bildu y Podemos intentarán unir sus fuerzas para arrebatarles el Gobierno Vasco, Urkullu opinó que ambos partidos se disputan un "parecido espectro" electoral y tachó de "contradictorios" sus discursos.

Sobre el PP, el lehendakari se reafirmó en que el PNV votará no a la investidura. "Hoy no hay condiciones para un cambio de posición del PNV y menos si vemos la alianza con Ciudadanos", dijo, en referencia a la oposición naranja al mantenimiento del Concierto.