El vicesecretario de Acción Sectorial del PP, Javier Maroto, y el extesorero del PP Luis Bárcenas se ocuparon ayer en intercambiar descalificaciones lindantes con alteraciones gástricas. El trasfondo de la transferencia de insultos es el apremio judicial al PP para que pague 1,2 millones de fianza como responsable civil subsidiario en el caso que lleva el nombre del extesorero. Maroto aseguró que "es muy difícil de creer" que Bárcenas no tenga "patrimonio suficiente para pagar por los delitos que presuntamente ha cometido", y declaró ante el juez que el extesorero le produce "repugnancia" por el "enorme daño" causado al "crédito y buen nombre" del PP. Sabedor de las declaraciones, Bárcenas replicó que Maroto no solo le produce "repugnancia" sino también un "asco tremendo".