El Gobierno y el PP sumaron ayer esfuerzos para negar que la renuncia de José Manuel Soria y las contradicciones en que incurrió en los días previos el exministro de Industria hayan abierto grietas en el Ejecutivo.

Todo lo más, como dijo el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maillo, puede haber formas distintas de expresarse. Maillo también quitó importancia al hecho de que Mariano Rajoy aún no se haya pronunciado acerca de la dimisión de Soria. Lo hará "en cualquier momento" y "con absoluta normalidad" en declaraciones a los periodistas.

Lo que sí rechazó es que deba comparecer en el Parlamento para explicar la actividad profesional de hace más de veinte años de un miembro del Gobierno. "Porque, si no, siguiendo la estela del absurdo, probablemente pidamos la comparecencia del señor Rivera para preguntarle por qué el líder de C's en La Rioja tenía sociedades en Panamá".

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que "en absoluto" hay un cisma en el Gobierno por la renuncia de Soria. Santamaría y Montoro han sido señalados por algunos medios como cargos del Gobierno con escasa empatía con Soria.