Mariano Rajoy empezó a calentar ayer la reunión del viernes con Pedro Sánchez advirtiéndole que la gran coalición entre PP, PSOE y C's que él propone es lo "democrático", "sensato" y "razonable" para España. "Lo otro no lo es", dijo en referencia a las negociaciones que el líder socialista mantiene para recabar apoyos para su investidura, que excluyen al PP, pero no a Ciudadanos, PNV, IU y Compromís. Podemos no negociará con el PSOE mientras los socialistas tengan como interlocutor al partido de Albert Rivera.

"Conviene que en el futuro se haga un Gobierno sensato y razonable, y no una broma, que es lo que están apoyando algunos con unas enormes dosis de irresponsabilidad", expuso el jefe del Ejecutivo en funciones, que recalcó varias veces la idea de que lo que plantea "es más democrático por no excluir a nadie".

Pero "pretender gobernar contra el PP no es precisamente lo más democrático que se puede hacer", porque aunque "los números" pueden dar para sacar adelante la investidura, "las discrepancias ideológicas y los intereses dispares hacen imposible que en España pueda haber un gobierno que se pueda calificar de tal sin contar con el PP". "Insisto, imposible", exclamó.

En su discurso, Rajoy juzgó "sorprendente" que en el documento de propuestas que el PSOE ha enviado a los partidos con los que quiere negociar la investidura "no se hable para nada del problema más importante que tiene España, que es la amenaza independentista de Cataluña".

Es más, afirmó que proponer en un "renglón" una reforma de la Constitución para la que "no tiene votos ni apoyos", no fijar entre sus grandes objetivos la soberanía nacional y no posicionarse "con claridad" contra el derecho de "autodeterminación", es una "enorme irresponsabilidad".

El PP no se abstendrá

Rajoy dijo que el "no" de Sánchez a su oferta lleva a un Gobierno del PSOE "apoyado por populistas y separatistas que pongan en entredicho la continuidad del marco de convivencia y solidaridad". "El PP no va a entrar en ningún juego, ni se va a abstener en nada. El PP ha ganado las elecciones y va a defender su victoria", prometió.

Para el presidente del Gobierno en funciones, las opciones que plantean "otros" van "en contra del interés general". "No queremos engañar a la gente con fórmulas posibles o con comedias de enredo. La política tiene parte de escenificación, pero necesita algo más que fotos y ruedas de prensa. Necesita programas, proyectos, iniciativas, seriedad, sensatez, sentido común y votos suficientes para llevarlo a cabo. Y con noventa votos no se puede gobernar aquí ni en ninguna parte", advirtió.

Entre tanto, Sánchez prosiguió su ronda de contactos reuniéndose con patronal y sindicatos. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, le dijo que no tienen miedo a un Gobierno del PSOE con Podemos, y los líderes de UGT y CC OO consideraron ese acuerdo con "las fuerzas del cambio" relativamente sencillo. Lo mismo que espera el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, que mantuvo la exigencia de celebrar un referéndum en Cataluña.

En este contexto, Rajoy se reunirá hoy con Rivera, un día antes de hacerlo con Sánchez. Y ante ambos defenderá la prioridad de alcanzar cuatro objetivos -mantenimiento de la unidad de España, crecimiento y empleo, mantenimiento del Estado de bienestar y lucha contra el terrorismo-, a los que ayer sumó un quinto: la lucha contra la corrupción.

El equipo negociador socialista también se entrevistó con el del PNV. Los nacionalistas vascos perciben algunos elementos de "recentralización" en la propuesta del PSOE, aunque ven posible el acuerdo en asuntos económicos y sociales.