"Los plenos en el Senado son muy largos. No terminan hasta las once de la noche ... Así que tomé la costumbre de a las nueve de la noche tomarme el colacao en el cafetería de la Cámara y al final un buen grupo de parlamentarios nos bebíamos el colacao de la cena juntos", recuerda con una sonrisa el popular Enrique López Veiga. Eso sí, colacao acompañado de un sandwich y un zumo de naranja. "Una cena ligera que ya se sabe de que están llenas las sepulturas", añade el ahora presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, quien se queda como recuerdo los debates "sosegados" del Senado, y es que la Cámara Alta está integrada por "políticos senior", y eso se tiene que notar.