El líder del PSOE, Pedro Sánchez, reivindicó ayer su "catalanismo" y avanzó que una reforma de la Constitución en clave federal debe reconocer la "singularidad" de una Cataluña, que, en las elecciones del 27-S, necesita "decir adiós a Artur Mas, a su 3 por ciento y a Jordi Pujol".

"No quiero una Cataluña derrotada, sino una Cataluña mejor con una España diferente. Yo también me siento catalanista", aseguró Sánchez en un acto organizado por el PSC en Tarragona, que fue su réplica a la visita que el sábado hizo a Cataluña el líder del PP, Mariano Rajoy, para pedir el voto de los socialistas en aras de mantener la unidad del país.

Ante cerca de dos mil personas en el puerto de Tarragona, Sánchez dejó claro que "no renuncia a que españoles y catalanes caminen unidos, orgullosos de su diversidad y hacia una España federal que reconozca y asuma como propio a un pueblo singular como es Cataluña".

Una declaración de intenciones que, sin embargo, Sánchez no se atrevió a llevar tan lejos como su correligionario Felipe González, que el sábado pidió el reconocimiento de Cataluña como nación en una hipotética Constitución de signo federal. Un pronunciamiento que suscitó más críticas que adhesiones entre los barones socialistas.

Sánchez proclamó que se "siente catalanista" y reivindicó "el catalanismo progresista y la unión civil de todos los catalanes", ya que, "cuando Cataluña se divide y sitúa al margen de la ley, sale derrotada".

"Vamos a hacer una Cataluña que diga basta a los que solo hablan de secesión para esconder su desgobierno, la corrupción y las cuentas en Suiza, mientras apoyaban la reforma laboral del PP. Quien quiera una Cataluña mejor que diga adiós a Mas, a su tres por ciento y a Jordi Pujol y apoye a Miquel Iceta, un catalanista progresista dispuesto a hablar con todos", afirmó, para terminar reprochando a Mas: un "gobernante no tiene derecho a quebrantar la ley y menos a obligar a elegir entre ser catalanes y españoles".

El socialista recordó que "España no os roba"; "quienes roban tienen nombres y apellidos y sus patrias son los paraísos fiscales en Suiza y Andorra; y esos están en los partidos de Mas y Rajoy". Y alertó además de que los "riesgos de la secesión son reales y no amenazas", como la salida de la UE, mayores dificultades para acceder al crédito y mantener pensiones, educación y sanidad públicas, pagar más impuestos y "levantar fronteras", además de una "quiebra emocional".