"Es absolutamente falso que Zaplana se haya hecho una rinoplastia". Así de contundentes se manifestaron ayer a EPI colaboradores de Eduardo Zaplana ante la historia propagada como la pólvora por las redes sociales sobre el supuesto paso por el quirófano para afinar su nariz del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo y Asuntos Sociales.

Los allegados al actual presidente del Club Siglo XXI aseguran que, aunque dice estar curado de espanto, en privado reconoce que este tipo de informaciones no dejan de sorprenderle. Y explican, las mismas fuentes, que se ha sometido no a una, sino a dos intervenciones de nariz, pero en ambos casos por motivos médicos, no estéticos.

Zaplana, que lleva ya seis años apartado de la política, ha dicho a su gente más próxima que solo le faltaba a estas altura tener que pedir permiso para operarse de cornetes, al tiempo que se ha mostrado convencido de que se trata de una filtración de lo que sus allegados llaman "enemigos insaciables" de su etapa en la vida política.

La primera vez que los cirujanos le metieron mano a su tabique nasal fue hace varios años, en Alicante. Allegados suyos aseguran que lo tenía muy desviado, motivo por el cual respiraba con dificultad. En la segunda ocasión el motivo fueron los cornetes, unas estructuras de hueso esponjoso recubiertas de una delgada mucosa que están ubicadas en los laterales de cada cámara nasal y cuya función es humidificar y filtrar el aire a su paso hacia los pulmones. En este caso el problema era que los tenía obstruidos.

Amigos íntimos de Zaplana se toman a guasa que pudiese haberse operado por motivos estéticos, por coquetería, aunque, en el caso de que lo hubiese hecho, no ven por qué tendría que dar explicaciones. "Lo cierto es que para cuidarse solo apuesta por el deporte", aseguran.