La llamada de atención de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que el miércoles realizó al presidente Rajoy para que recortase de modo "radical y sin precedentes" las administraciones públicas, como alternativa a las subidas de impuestos, tuvo ayer por la mañana una pronta respuesta de la cúpula del PP.

El vicesecretario general de los populares, Esteban González Pons, afirmó, en una entrevista radiofónica, que "todo el PP" piensa que hay que reformar la Administración para "reducir su peso sobre la economía y sobre las espaldas de los contribuyentes". El dirigente del PP avanzó que el grupo creado para liderar la reforma -que presentará sus conclusiones en junio- propondrá una reducción del gasto de 8.000 millones, sólo en 2014 y 2015.

González Pons hizo balance de los recortes aplicados hasta ahora en la Administración y señaló que en 2012 se recortaron 370.000 empleos en la Administración y que los ministerios rebajaron en un 20% sus presupuestos.

El anuncio de González Pons de nuevos recortes en 2014 y 2015 fue respondido de inmediato por el PSOE. El vicesecretario general de los socialistas andaluces, Mario Jiménez -quien recordó que el dirigente popular prometió antes de las elecciones de 2011 3,5 millones de puestos de trabajo en 18 meses- consideró "que la sanidad, las pensiones y la protección por desempleo no van a tener recursos suficientes para poder seguir prestándose en el conjunto del Estado".

Ayer, festividad de la comunidad autónoma madrileña, Aguirre volvió a la carga, consciente de que sus palabras del miércoles fueron interpretadas como uno de sus habituales desafíos de desgaste de Rajoy. Y lo hizo sirviéndose de su discurso de agradecimiento por haber sido distinguida con la medalla de oro de la Comunidad.

Aguirre insistió en recetar a Rajoy una gran reforma de la Administración pública para reducir el déficit, aunque, a la vez, negó que esa propuesta suponga una crítica a la actual política económica del Gobierno. La expresidenta aseguró que Rajoy "no se equivoca en nada en absoluto", pero añadió que hay que "reducir, privatizar o suprimir" del sector público todos los servicios que no deba prestar "necesariamente" la Administración.

"Todos estamos de acuerdo en que hay que reducir el déficit y hay dos sistemas: aumentar los ingresos mediante la subida de impuestos, que no discuto que hubiera que hacerlo porque la situación era muy grave en algún momento, y otro reducir los gastos", precisó la presidenta del PP madrileño.

Desde las filas del propio PP salieron algunas voces defendiendo a Aguirre. Así, tanto su sucesor al frente de la comunidad madrileña, Ignacio González, como el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, sostuvieron que la propuesta de Aguirre no supone una crítica a la política económica de Rajoy, sino que incluso va en consonancia con la actuación del Gobierno. "He hablado con ella y me ha dicho que no ha hecho ninguna crítica y que apoya al Gobierno de la nación", resaltó el Ministro en una recepción oficial de la Comunidad de Madrid.

En los corrillos también estuvo presente la encuesta que augura que el PP perdería ahora mismo la mayoría absoluta de la que ha disfrutado durante diez años en Madrid (ver en esta misma página).

Los populares quitaron importancia al resultado por considerarlo una "foto" del actual momento económico y expresaron su confianza en revertirlo antes de las próximas autonómicas. Ruiz-Gallardón se mostró "absolutamente convencido" de que "los ciudadanos españoles valorarán el extraordinario esfuerzo y los resultados" de la política económica del Gobierno dentro de dos años.