Las protestas estudiantiles de la ciudad de Valencia se han traslado esta tarde a los domicilios del expresident de la Generalitat Francisco Camps y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, así como, nuevamente, la sede del PPCV, donde se acaba de disolver la marcha sin incidentes.

Los manifestantes han realizado a lo largo de la tarde un recorrido por el centro de la ciudad similar a los que han seguido durante la semana, aunque por primera vez han incluido sendas sentadas ante las viviendas particulares de los dos miembros del PP en sus protestas.

Pasadas las 17.00 horas, centenares de estudiantes han empezado a congregarse en la calle de Xàtiva -junto al IES Lluís Vives-, donde un grupo más reducido llevaba cortando el tráfico desde una hora antes, provocando el enfado de numerosos conductores que han intentado pasar sin éxito.

Desde este punto se han trasladado a la plaza del Ayuntamiento y allí han protagonizado una sentada bajo el balcón del Consistorio reivindicando las mismas peticiones que en los días anteriores: la dimisión de la delegada del Gobierno, la suspensión de los recortes en los servicios públicos y la retirada de los cargos a los detenidos durante las protestas.

Algunas consignas han ido dirigidas directamente a la alcaldesa de Valencia aunque también han hecho alusiones a la corrupción "generalizada" en la Comunitat, transformando los primeros versos del himno regional en una nueva reivindicación: "Valencia es la tierra más corrupta de toda la nación".

Entonando el lema que más se ha escuchado estos días en las protestas -"delegada dimisión"-, los manifestantes se han dirigido al domicilio del expresident Camps, que se encontraba protegido por dos furgones de Policía Nacional y seis agentes.

Allí, los manifestantes han vuelto a cortar el tráfico sentándose en medio de la calle al grito de "president a Picassent", "en Valencia se acaba la paciencia" o "no hay pan para tanto chorizo".

La sentada no ha registrado incidentes y desde allí los manifestantes han enfilado la calle de La Paz para dirigirse hacia el domicilio de la alcaldesa Rita Barberá, donde han reiterado las mismas consignas que frente al Ayuntamiento.

Al igual que ante la residencia del expresident, la casa de Barberá se encontraba parapetada por dos furgones de la Policía Nacional y nueve agentes que han protegido la entrada al edificio.

Los manifestantes han operado de la misma manera, sentándose y alzando sus consignas al aire aunque, en esta ocasión, se han ensañado verbalmente con la Policía, a quienes han dirigido diversos insultos y mofas.

La protesta se ha encaminado entonces hacia la Delegación del Gobierno y allí han reiterado su exigencia de dimisión de Paula Sánchez de León y también del jefe superior de Policía, Antonio Moreno, para después continuar la marcha hacia la sede del PPCV.

Durante la tarde no ha habido mayor presencia policial que ante los domicilios de los dirigentes populares, aunque la protesta ha obligado a la Policía Local a reorientar el tráfico a medida que los estudiantes iban decidiendo cuál iba a ser el recorrido.