OTR Press / Madrid / Torremolinos

Fue un chatarrero el que encontró una bolsa con una pistola y munición de ETA en Torremolinos pocas horas antes de que la banda hiciera explotar en la localidad malagueña una bomba de escasa potencia en la noche del lunes, la quinta de este verano contra tres centros turísticos del país. En este lugar, la policía también encontró material para fabricar bombas -un temporizador, detonadores y varias tarteras-, un carné militar sin fotografía y un papel con anotaciones en euskera sobre la manipulación de explosivos.

Ahora los agentes tratan de determinar si la bolsa fue abandonada por los terroristas o si se trata de una entrega frustrada de material para un comando. Tan sólo horas después de encontrar esta bolsa, sobre las doce y cuarto de la noche, un artefacto compuesto por menos de un kilo de explosivo estalló en una playa de Torremolinos, cerca de un puente peatonal sobre un arroyo próximo al hotel Sol Aloha Puerto. Una zona que se encuentra a tan solo cuatro kilómetros del lugar en el que se encontró la bolsa.

El artefacto, de escasa potencia, no provocó víctimas ni daños materiales, según aseguró el alcalde del municipio, Pedro Fernández Montes. En las proximidades del lugar donde estalló la bomba se encuentran varios hoteles y terrazas muy frecuentados en esta época del año.

Los locales más cercanos son dos chiringuitos playeros que están a escasos 20 metros de donde estalló la bomba que fueron de-salojados por la policía poco después de la explosión. A lo largo del día fueron cientos los curiosos que se han paseado por esta zona para ver el agujero, de medio metro de diámetro y de unos 40 centímetros de profundidad.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró, tras el atentado de Torremolinos, que no existen pruebas para pensar que ETA dispone de una infraestructura estable en Andalucía. "Pero tampoco digo lo contrario", matizó Rubalcaba para curarse en salud.

Por otro lado, Asier Eceiza, presunto lugarteniente del jefe militar de ETA "Txeroki", y Olga Comes, detenidos el pasado viernes en el este de Francia, pasaron ayer a disposición judicial. Al parecer, dos etarras "limpiaron" la casa que tenían alquilada Eceiza y Comes y la abandonaron cinco horas después de los arrestos.