El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, contrapuso ayer el proyecto comprometido con las necesidades de los ciudadanos y las políticas sociales que, a su juicio, representan los socialistas, con la alternativa del PP, que "sólo cifra sus esperanzas en ver cuánto sube el petróleo". Zapatero no aplicará las "recetas" de la derecha, como "decretazos o recortes de derechos", para hacer frente a las dificultades económicas.

"No acaban de pasar las elecciones y ya están pensando en las próximas", recriminó Zapatero al PP, al que avisó de que esta circunstancia, que les llevó a perder los comicios generales del 9 de marzo, "seguramente" hará que les pase "lo mismo" en la próxima cita electoral.

Zapatero clausuró en la localidad navarra de Burlada el noveno congreso regional del PSN, en el que fue elegido Roberto Jiménez como nuevo secretario general. Zapatero bromeó con la presencia del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el hecho de que, el verano pasado, algún sector del PSN le responsabilizara personalmente del hecho de que UPN esté gobernando en Navarra. Al respecto, opinó que la relación entre Blanco y los socialistas navarros "progresa adecuadamente".

Buena parte de su intervención la dedicó al PP, al que afeó su carencia de proyecto político, porque, según Zapatero, sólo basa sus esperanzas en la subida del precio del petróleo para criticar al Gobierno.

Un Ejecutivo, recapituló, que defiende un proyecto comprometido con las necesidades de los ciudadanos y con sus problemas y que aboga por ampliar las políticas sociales.

A renglón seguido, sostuvo que el PSOE no tiene problemas de identidad ni tampoco antepuso "jamás" los intereses de partido a los intereses generales y del país.

"Nosotros no necesitamos disfraces cada equis tiempo, diciendo que vamos al centro (...); nosotros siempre somos lo que hemos sido, un partido de izquierdas al servicio de España", agregó.

También saludó que el PP haya pasado "en tan poco tiempo" del "se rompe España" al "hay que dialogar con los socialistas", porque eso demuestra, a su entender, que el PSOE tenía razón cuando en la pasada legislatura cuando decía que el partido que lidera Mariano Rajoy estaba jugando con "intereses partidistas".

No obstante, lo principal para Zapatero es que se recupere la tesis de la convivencia en la España plural, del respeto a las identidades y del diálogo. "Si cambian de opinión e intentan rectificar, bienvenidos sean", ha señalado.

Junto a estas reflexiones, habló del 37 Congreso Federal del PSOE que se celebrará el próximo fin de semana y al que ha manifestado su disposición a optar de nuevo a la Secretaría General si sus compañeros lo desean.

Un cónclave que le produce un "especial interés" porque se producirá después de ganar las elecciones generales y al que los socialistas llegan con un partido "fuerte, unido y seguro de sí mismo" y como "alternativa y única salida al fracaso de las políticas neoconservadoras de derechas".

"Otras sensaciones"

Sin olvidarse de la economía, se dirigió a quienes "puedan tener otras sensaciones" para garantizarles que el país "va a salir fortalecido" y que va a recuperar el ritmo de crecimiento, manteniendo, además, las políticas sociales.

Frente a las "recetas" y recortes del Partido Popular, contrapuso las propuestas del PSOE, sustentadas en el diálogo social, más apoyo a los que lo necesiten, subida de las pensiones, extensión de las políticas sociales, mayor número de becas y ayuda a trabajadores, pensionistas y rentas más bajas.

Al PP le dijo también que no piensa seguir sus recomendaciones de reducir el gasto público, antes de comprometerse a mantener e incluso incrementar la ayuda al desarrollo.

"Ni Ibarretxe ni nadie se va a saltar el respeto a la Constitución"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso lanzar ayer un mensaje al lehendakari, Juan José Ibarretxe, advirtiéndole que ni él "ni nadie se va a saltar el respeto a la Constitución" ni a las reglas del juego democrático. Durante su intervención en el Congreso Regional de los socialistas navarros en Burlada, el jefe del Ejecutivo aprovechó para felicitar a los miembros de su partido en el País Vasco, asegurando que lo están "haciendo muy bien", destacando la "paciencia" que están demostrando antes los "errores" de Ibarretxe.

En su discurso, Zapatero se dirigió a los ciudadanos vascos y les dijo que el Gobierno central y el PSOE van a seguir trabajando por el entendimiento, la convivencia, y el progreso de la autonomía. "Ni Ibarretxe ni nadie se va a saltar el respeto a la Constitución ni a las reglas del juego", señaló. Así, remarcaba la idea que puso de manifiesto durante una entrevista al periódico "El País", en la que aseguraba que el Gobierno vasco "no puede poner urnas, no dispone de urnas ni de administración electoral", por tanto, señaló a continuación que la Ley de consulta promovida por el Lehendakari, "no se va a celebrar".

El presidente del Ejecutivo no escatimó en elogios para sus compañeros de formación en Euskadi, a quien les pidió que mantuvieran su actitud paciente tal y como están actuando ahora.