El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, presentó ayer en Pontevedra a la formación naranja como la única que puede garantizar un gobierno "estable" y regenerador en Galicia, alejado del "populismo" de Podemos y las Mareas, pero que a la vez impida una nueva mayoría del Partido Popular de tal forma que "harían lo que les diera la gana y volverían a esconder otra vez todo debajo de la alfombra".

Por este motivo, se dirigió al 8% de votantes gallegos que en las elecciones generales le dieron su voto a la formación naranja. Un porcentaje que permitiría a Ciudadanos "contar con grupo propio" en el Parlamento Gallego y evitar así la "resignación" del PP y el PSOE ante problemas como la corrupción y el paro; o el "cambio a peor" que resultaría de un "multipartito" en el que entrase el BNG o las Mareas de Podemos.

Aseguró que Feijóo lleva tiempo apelando al "voto del miedo" para intentar pescar apoyos entre el electorado moderado e insistió en Ciudadanos como la alternativa de centro, "de la sensatez". "Yo tampoco quiero que gobierne el populismo, pero no todo vale, por eso tenemos que controlar lo que hacen", dijo refiriéndose a un futuro gobierno del PP.

Junto a la candidata a la Xunta, Cristina Losada, y el vicepresidente del Congreso, Ignacio Prendes; Rivera aseguró que este "control" al PP en cuestiones como la corrupción ya está dando efecto a nivel nacional al asegurar que la baja del partido de Rita Barberá no hubiera sido posible de no ser por el pacto firmado con Ciudadanos.

Rivera presentó a Ciudadanos como el partido "de la clase media trabajadora": "Los accionistas de España son los españoles, vamos a apoyar a los que se levantan todos los días a las seis de la mañana porque estos son los protagonistas". Apostó por la meritocracia: "No queremos que los mejores tengan ningún lastre".