La tasa de temporalidad laboral en España es la más elevada entre los países europeos de su entorno, alcanzando un 30% del empleo con bajos niveles de formación, frente a una media del 17% en la UE25, y del 23% entre aquellos puestos de trabajo que requieren una formación superior, cuando la media de la UE25 es del 11%, según se desprende del estudio "Mind the Gap", realizado por Randstad Holding y SEO Economic Research.

Asimismo, el informe destaca que en países como España, Austria, Italia e Irlanda, la inmigración se ha doblado recientemente, mientras que en los Países Bajos la inmigración neta (inmigración menos emigración) ha descendido enormemente y es negativa desde 2004.

Respecto a las tasas de temporalidad entre aquellos inmigrantes que cuentan con contrato de trabajo, el informe destaca que España se desmarca del resto de países analizados al registrar una temporalidad del 44%, mientras que entre la población nacional la tasa de temporalidad se sitúa en el 24%.

Entre el conjunto de países analizados por Randstad, por detrás de España aparecen Portugal, con niveles de temporalidad del 30% entre los inmigrantes y del 14% para sus nacionales, Polonia (23% inmigrantes y 17% nacionales) y Finlandia (23% inmigrantes y 15% nacionales).

No obstante, el informe señala que el trabajo temporal ha sido un importante componente del crecimiento de empleo en las últimas décadas y afirma que la temporalidad funciona como una pasarela hacia un empleo permanente, puesto que entre un 45% y un 65% de los trabajadores temporales desde 1998 han conseguido un contrato indefinido en tres años.

Por otra parte, España aparece rezagada en los datos que reflejan el porcentaje de hombres y mujeres con contratos a tiempo parcial. En concreto, el porcentaje de mujeres alcanza el 25% y el de hombres el 5%, sólo por delante de Portugal, Polonia, República Checa y Hungría.

Por contra, el informe señala que en Holanda, casi la mitad de los empleados trabaja menos de 35 horas a la semana, una cifra que alcanza entre un 30% y un 40% de los trabajadores en el resto de Europa con especial incidencia entre las mujeres trabajadoras.

Demanda hasta 2050

Por otro lado, el estudio elaborado por Randstad y SEO Economic Research afirma que Europa necesitará 50 millones más de trabajadores en el año 2050 para mantener su población activa como hasta ahora, debido al envejecimiento de la población y al descenso en el crecimiento de la misma.

Según este estudio, las tasas de actividad deben aumentar para compensar el incremento de financiación de la salud pública y las pensiones que deberá soportar la sociedad, y asegurar así el Estado de Bienestar.