La mayoría de los beneficios de los últimos años en Abanca tras soltarse las amarras de la tutela de Bruselas se destinaron a dividendos. El reparto continuará "en línea con las mejores prácticas del sector", asegura su presidente. Una "políticamente sumamente clara" en la que se prioriza "el cumplimiento holgado de los niveles regulatorios", un accionariado "a largo plazo y estable" y la atención a las oportunidades de compra.